"EL CIELO ESTÁ LLENO DE ESTRELLAS".
Decimos eso porque así lo vemos. Alzamos la mirada al firmamento en una noche de verano, clara, y se nos aparece como si en él no hubiera sitio para una estrella más.
Y, sin embargo, los astrónomos nos dicen que entre cada astro media una distancia de millones de miles de kilómetros, espacios que la mente humana apenas es capaz de imaginar.
Deberíamos decir entonces:
"El cielo está vacío de estrellas".
La ciencia no tiene misterios. Tiene sólo preguntas, algunas de ellas todavía sin respuesta.
La fe -esa forma de poesía- tiene sus propias respuestas.
El hombre de fe puede decir: "El cielo está lleno de estrellas", o: "El cielo está vacío de estrellas".
Para la fe es lo mismo.
¡Hasta mañana!...