Adán y Eva comieron la manzana. Les preguntó el Señor:
-¿Por qué lo hicieron?
Respondió la mujer:
-La serpiente nos tentó.
Contestó el hombre:
-La manzana tuvo la culpa.
El Señor, entonces, los expulsó del paraíso.
Le preguntó el Espíritu:
-¿Los expulsaste por soberbios? ¿Por desobedientes?
Dijo el Señor:
-No. Los expulsé porque no saben reconocer sus errores, y culpan de ellos a otros.
¡Hasta mañana!...