AL NÚMERO UNO LE GUSTABA MUCHO SER EL NÚMERO UNO.
Jamás se habría avenido al ser el número dos.
Un buen día llegó, venido quién sabe de dónde, otro número uno.
Entonces los dos unos fueron dos número uno.
Al principio ambos se lamentaban y decían:
-Cuando estábamos solos, cada uno por su lado, los dos éramos el único número uno.
Pronto se dieron cuenta, sin embargo, de que ahora que eran dos eran más fuertes.
Recordaron el pasado tiempo, cuando cada uno era uno, y se dijeron:
-Ciertamente estábamos muy solos. Eso de ser el único número uno es algo en verdad muy solitario.
Entonces ninguno de los dos quiso ser ya un número uno solo. Y aquello fue mejor. Fueron mejores.
¡Hasta mañana!...