Los niños ven cosas que los adultos no podemos ver.
Tienen los ojos recién abiertos al mundo, y el mundo está recién abierto ante sus ojos.
Los niños hacen preguntas que los adultos no podemos responder.
Ellos tienen todas las preguntas, y nosotros tenemos muy pocas respuestas.
Tomen ustedes por ejemplo el caso de este niño.
Entiendo que está en segundo de primaria.
Un día, al pasar frente a un templo, le preguntó a su padre:
-Papá: ¿por qué todas las iglesias tienen arriba el signo de sumar?
Desde luego el señor le explicó a su hijo todo lo relativo a la cruz.
Pero ¿no es cierto que la pregunta es interesante?
Al menos es más interesante que muchas de las preguntas que hacemos los adultos.
¡Hasta mañana!...
