El Señor formó a Adán del polvo de la tierra.
(Los hombres nos olvidamos de eso, y la tratamos muy mal).
Luego hizo a Eva de una costilla de Adán.
(Quién sabe por qué escogió una costilla. Hay mejores cortes).
Seguidamente el Señor entregó la mujer al hombre, y el hombre a la mujer.
Dijo el Espíritu:
-Acabas de instituir el sacramento del matrimonio.
Sí -respondió el Creador-. Pero para algunos acabo de instituir el sacramento de la penitencia.
¡Hasta mañana!...