Huelga. Sandivel mantiene su manifestación.
Sin probar bocado ni agua, Sandivel continúa con su manifestación pacífica en la que exige la devolución de su automóvil, el cual le fuera decomisado en septiembre del año pasado. Su estado de salud comienza a afectarse debido a la huelga de hambre que emprendió desde el domingo al mediodía.
La mujer de 28 años y madre de dos pequeños, uno de ellos de seis meses de edad, se encuentra instalada bajo un toldo y rodeada de cartelones con leyendas con las que piden un "alto" a los decomisos, frente a la presidencia de Torreón.
A fin de monitorear su estado de salud, socorristas de la Cruz Roja la han visitado con frecuencia. "Me dicen que los niveles de azúcar son bajos y que en cualquier momento comenzaré a alucinar", dijo Sandivel Sosa.
Pese a que ya se muestra débil, está dispuesta a seguir hasta obtener una respuesta a su solicitud por parte de las autoridades, quienes hasta la tarde de ayer no se habían acercado a ella.