Oportunidad. Elida Martínez disfruta de conducir su unidad por la ciudad y conversar con sus pasajeros durante el viaje, hace nueve meses que empezó a desempeñar esta actividad.
Actividades como la carpintería, la herrería, la soldadura, el transporte, solían ser privativas de los varones, pero ya no más.
En los últimos años, las mujeres se han desempeñado en distintos puestos, buscando una equidad con el sexo masculino.
Y aunque predominan en los cargos administrativos, también hay quienes desafían los estereotipos para demostrar que no hay límites cuando se busca salir adelante.
Sin estereotipos
Cuando María de la Luz Martínez Estrada decidió estudiar carpintería, hace 8 años, a su familia y amigos les resultó algo extraño, pero ella defendió su derecho de dedicarse a lo que le gustaba y no fue la única. "Éramos varias mujeres las que estábamos estudiando, no eran puros hombres, empecé por tomar un curso, estudiando, la verdad era un interés que tenía desde hace muchos años, tenía que probar", comenta.
Las señoras que atiende Lucy sienten que ella comprende a la perfección lo que desean que se construya en su hogar, su cocina, su clóset, mientras que con los varones es más complicado explicarles.
"Por ser mujer, las señoras me dejan entrar a su casa, me explican los problemas que quieren resolver y nos entendemos mejor", indica, "hay una mayor confianza".
Lucy dice que nunca se ha topado con gente que dude de su capacidad de carpintera por su condición de mujer, aunque sí ha recibido comentarios de extrañeza de sus conocidos.
"Yo trabajo por gusto, tenemos el ingreso de mi esposo y él atiende todo lo de la familia, pero yo trabajo con mucho gusto, me divierto como no tienes una idea, a mí me gusta mucho poder cambiarle la vida a la gente, cuando pones un mueble nuevo las señoras son felices", explica. Para Lucy, las mujeres son capaces de hacer cualquier cosa, por lo que ya se organiza para aprender a trabajar en la herrería.
"Todo se puede, las mujeres podemos hacer lo que queramos, los límites están en la mente", dice.
Oportunidad
Elida Martínez maneja un taxi desde hace 9 meses, rompiendo con el estereotipo de que suelen ser varones los que se desempeñan en esta actividad.
"En mi casa respetan, me apoyan, yo creo que es válido que le den la oportunidad a una, porque tenemos las mismas capacidades, no sólo porque sea una mujer ya no se puede desenvolver en cualquier actividad", comenta.
Elida estudió una carrera técnica, pero no ejerció por dedicarse a su hogar y, al surgir la necesidad de empleo, optó por buscar oportunidades en diferentes ámbitos y ahora su sueldo le ofrece una mejor educación a su hija.
Como taxista, cuenta que tiene que lidiar con todo tipo de personas, desde amables ancianas hasta señores muy coquetos, a quienes ha tenido que poner en su lugar.
Además de su gusto por conducir el vehículo, Elida considera que su condición de mujer le ha ayudado a desempeñar mejor su trabajo, pues siempre trata de ser amable con sus pasajeros.
"Las mujeres sólo necesitamos la oportunidad de salir adelante", dice.
Abren brechas
En el mercado laboral, la participación de las mujeres predominaba en el sector servicios, pero poco a poco se abren brechas en otros campos.
Sectores donde han tenido menor inclusión son el agropecuario, la construcción, transportes y la minería. Por otra parte, en el área educativa y de salud siguen predominando las mujeres.
Salvador Alcocer, gerente de negocios en la empresa de recursos humanos Manpower, señala que en los últimos años, la participación de la mujer en el campo laboral ha ido creciendo, sin embargo, indica que aún no existe una equidad de género, al no penetrar en campos como los puestos directivos o las gerencias medias.
En América Latina, entre 15 a 30 por ciento de las mujeres tienen posiciones directivas, de acuerdo a un estudio de la consultora. En México es ligeramente más bajo, de un 15 a 25 por ciento. En los estudios universitarios, el 50 por ciento eran mujeres, pero en niveles de maestría y doctorado, es mayor el caso femenino.
Otras cualidades
Una cualidad que agrada a los empleadores es que las mujeres cuentan con una mayor tolerancia al estrés que los varones, al igual que la tolerancia a la frustración. "Para los empleadores es importante que generan confianza", explica Alcocer.