Música en 'streaming' salva a artistas en España

La crisis económica por la que atraviesa España desde hace ocho años también ha afectado al mundo de la música. Los artistas cada vez graban menos discos; cuando realizan uno, venden menos copias, y apenas son contratados para hacer conciertos.

Los afortunados que tienen galas se han visto obligados a rebajar sus pretensiones económicas entre 30 y 50%, según la Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo (ARTE) o actuar "a taquilla". Es decir, llevarse un porcentaje de las entradas.

Algunos grupos como Amaral y El Canto del loco han tenido que bajar sus honorarios de 80 mil a 50 mil euros (alrededor de 950 mil pesos).

Mientras, hace unos años habrían tenido unos 40 conciertos cada uno, ahora apenas tienen una decena.

Sin embargo, en estos dos últimos años los datos confirman que hay una leve mejoría en el sector musical. En 2014 los españoles se gastaron en música grabada casi 150 millones de euros (2 mil 800 millones de pesos). Es decir, 21.2% más que el año anterior que fue el peor en la historia del sector. Fue la primera vez que las ventas aumentaron después de que en 2013 se tocó fondo con 123 millones de euros contabilizados (2 mil 347 millones de pesos), y tras 12 meses de bajas interrumpidas, según el informe anual de Promusicae, que agrupa a productores de música.

En eso tuvo mucho que ver que importantes artistas sacaran disco como Pablo Alborán, quien con Terral en seis semanas vendió más de 150 mil copias, o David Bisbal quien con Tú y yo vendió 125 mil. Y que fueron los dos discos más vendidos en España en 2014.

También el "streaming", la escucha sin descarga de música que ofrecen, en modalidades gratuitas o de suscripción, plataformas como Spotify, YouTube, Napster, Vevo, Deezer y XBox Music, ha sido una tabla de salvación para las compañías discográficas, puesto que les ha supuesto unos ingresos de 47.2 millones de euros (casi mil millones de pesos). Es decir, 36.3 % más que los 34.6 millones obtenidos en 2013. Ello se ha debido en gran parte a un incremento en torno a 30% en el número de suscriptores.

El auge de este tipo de consumo coincide con el estancamiento de las descargas de canciones o álbumes en iTunes o similares que genera 14.2 millones de euros (apenas 271 mdp). Es 2% menos que el año anterior. Mientras que los productos de móvil, como tonos o canciones de espera en las llamadas, ya sólo generan 1.4 millones (26 mdp), una caída superior a 20%.

CONCIERTOS, UNA ALTERNATIVA COSTOSA

Las entradas a los conciertos se han encarecido porque el IVA ha pasado de 8 a 21%, y son pocos los ciudadanos que pueden permitirse pagar los casi 200 euros (casi 3 mil 800 pesos) que costaba ver al grupo Maná desde las primeras filas en el concierto que ofreció este fin de semana en Madrid.

También, en todo este tiempo han sido muchos los grupos que se han disuelto, como es el caso de Presuntos Implicados.

Han sido varios los artistas que se han visto obligados a cambiar su lugar de residencia en busca de nuevos públicos, como Marta Sánchez que se fue a vivir a México.

Hay también quienes han optado por tomarse un año sabático, como sucedió con Alejandro Sanz durante 2011, y los más desafortunados han tenido que volver a tocar en bares, abandonar la música o cantar en solitario o con un solo músico, un formato mucho más arriesgado y difícil, como han hecho Ariel Roth, Santiago Auserón, Jorge Drexler y Pedro Guerra.

El año pasado tras intérpretes como Pablo Alborán y David Bisbal, los discos más vendidos en España fueron Hijo del Levante de El Barrio; Huyendo conmigo de mí de Fito y los Fitipaldis, Lo mejor está por venir de Malú, Un alumno más de Melendi, Todo es ahora de Manolo García, Antología desordenada de Joan Manuel Serrat y el mismo Tanto, de Pablo Alborán.

Todos estos álbumes vendieron entre 40 mil y 60 mil copias.

Es decir, por sus ventas alcanzaron el grado de Disco de Oro (40 mil copias) o disco de platino (60 mil).

Pero lo que llama la atención es que algunos de los siguientes en la lista no llegaron a las 20 mil copias como ocurrió con Miguel Bosé y su trabajo titulado Amo; con One Direction con Midnight Memories y con Alejandro Sanz con La música no se toca.