Serena Williams venció en tres sets a Victoria Azarenka y se enfrentará en semifinales a Maria Sharapova. (EFE)
Incluso cuando Serena Williams acumulaba aces y tiros ganadores desde todos los ángulos, incluso cuando se llevó siete juegos en fila y 10 de los últimos 13 en una nueva remontada, su triunfo en cuartos de final de Wimbledon, ante Victoria Azarenka, nunca lució como una paliza.
Eso se debe a que Azarenka, dos veces campeona de torneos de Grand Slam y ex número uno del mundo por derecho propio, también jugó un tenis espectacular, casi igualando a Williams en cada faceta.
Pero cuando Williams encuentra su mejor nivel, se vuelve imbatible. Y eso es precisamente lo que ha sido durante sus últimos 26 juegos de Grand Slam: imbatible. Superando una desventaja temprana, Williams se impuso ayer a Azarenka por 3-6, 6-2, 6-3, con la ayuda de 17 aces y 46 tiros ganadores a cambio de tan solo 12 errores no forzados.
"Han sido muchos altibajos, pero de alguna manera, sigo con vida", dijo Williams, quien estuvo dos veces a dos puntos de caer ante Heather Watson en la tercera ronda, y que ahora tiene foja de 14-0 en partidos a tres sets y registro de 37-1 en general en lo que va del año. "Veremos que sucede, pero estoy contenta de estar aquí".
Esta acariciando su cuarto título consecutivo en lo que sería un "Serena Slam", algo que ya logró en 2002-03. De conseguirlo, habrá obtenido tres cuartas partes de Grand Slam en lo que va del año, y se enfilaría al U.S. Open con la posibilidad de ser la primera jugadora desde Steffi Graf en 1988, que gana los cuatro grandes torneos en una sola temporada.
"Honestamente, nunca la había visto jugar así", dijo Azarenka, quien ha perdido 17 de 20 partidos ante Williams, y todos sus 10 duelos en Grand Slam, incluyendo una derrota con ventaja de un set y un quiebre en mayo pasado en Roland Garros.
AVANZA SHARAPOVA
Con complicaciones provocadas por ella misma, la tenista rusa María Sharapova batalló de más para clasificar a las semifinales de Wimbledon, después de eliminar a la estadunidense Coco Vandeweghe al son de 6-3, 6-7 (3/7) y 6-2.
La tenista originaria de Estados Unidos puso en entredicho el paso inmaculado de "Masha", ostentado hasta antes de esta ronda, con victorias en sets corridos y sin mayores contratiempos.
Este martes daba la impresión de repetir el patrón hasta ahora ofrecido en la Catedral del Tenis, pues sacó para partido 5-4 en el segundo episodio, pero su rival nunca perdió la ilusión, por más que el panorama fuese desalentador, cuando lograba algún "winner" pedía el aliento del público, lo cual rindió frutos.
La joven neoyorquina revirtió los papeles, obligó al desempate y, en su tercer punto para set, niveló los cartones ante la rabia de la siberiana, quien acumula una década de intentos fallidos por reencontrarse con el Rosewater Dish, conquistado en 2004.
De nuevo a la carga, la ex número uno del circuito aplicó un "borrón y cuenta nueva" en su mentalidad y se adelantó 3-0 en un abrir y cerrar de ojos, pero Vandeweghe seguía apoyándose del respetable de la Cancha Central del All England Club para resucitar 2-3.