El pasado miércoles una información publicada en El Siglo de Torreón, confirma que el gobierno de los Estados Unidos de América se quedará con una cuenta del exgobernador sustituto Jorge Juan Torres López por un monto de 3 millones de dólares, a tipo de cambio presente significan algo así como cuarenta y nueve millones, quinientos mil pesos.
Fue el pasado jueves 3 de agosto cuando una jueza en Corpus Christi, Texas, emitió un dictamen en que se autoriza al gobierno norteamericano a que disponga de la cantidad demandada, de conformidad con las leyes aplicables dentro de su jurisdicción, en referencia a la acción civil número 13-CV-00294-C, que corresponde a los fondos depositados en la cuenta número CX4011696 del banco Old Mutual de Bermudas.
En los alegatos de este asunto judicial, tanto Jorge Torres como su señora esposa, María Carlota Llaguno de Torres, argumentaron que los fondos provenían de un regalo del padre del exmandatario, pero de acuerdo a los órganos jurisdiccionales texanos, éstos nunca pudieron demostrar su dicho, por lo que la pareja Torres Llaguno simplemente no tiene más esos 3 millones de dólares.
Es importante para contextualizar esta información que el señor Torres López fue acusado de conspiración de lavado de dinero, fraude electrónico y fraude bancario hace dos años. Este caso en referencia, tiene conexión con una investigación de los fiscales de Estados Unidos contra exfuncionarios y empresarios de Coahuila por lavado de dinero robado de las arcas del gobierno coahuilense.
De acuerdo entonces a la información disponible, evidentemente Jorge Torres López y su señora esposa, han sido despojados de 3 millones de dólares por lavado de dinero, que en términos simples lo que significa es que una persona no puede obtener dinero de manera ilícita y llevarlo a Texas a tratar de insertarlo al sistema financiero sin ser investigado.
Esto quiere decir que no sólo dinero del narco es el que se lava, también aquel proveniente de cualquier actividad ilícita o producto de alguna defraudación. Por ello, el argumento de que el dinero provenía de un regalo del padre del exgobernador hubiese sido muy sencillo demostrarlo, era cosa de mostrar el estado del cuenta del progenitor del inculpado así como la transferencia respectiva, pero Torres López no lo pudo probar. El dinero no vino entonces de su papá.
Por el lado de la justicia texana, este caso de los lavadores de dinero como este asunto de los tres millones de dólares, más la sentencia pendiente para el mes de septiembre del exzar financiero de Coahuila en el sexenio del profesor Humberto Moreira, Javier Villarreal Hernández, quien confesó haber conspirado de lavar y transportar dinero robado en el exterior del estado de Texas; más la culpabilidad del empresario Rolando González Treviño, quien igualmente fue detenido y es procesado por el delito de haber conspirado para transportar dinero robado del erario de Coahuila, son todos eslabones de la historia no concluida del desfalco del que fuimos víctimas los coahuilenses; porque sería casi inverosímil que ya haya tres procesados penalmente según el estado de Texas, como lo son Javier Villarreal Hernández y Rolando González que han confesado que sus delitos tienen origen en el dinero de las arcas coahuilenses, y no pase nada, y como en el caso del prófugo Jorge Torres, le quiten 3 millones de dólares que "se los regaló su papá" y no haga un escándalo y se esconda en vez de pelear por ese dinero.
A todo lo anterior expuesto, las autoridades del gobierno en funciones de Coahuila, como es el propio gobernador Rubén Moreira, así como el Procurador General de Justicia, Homero Ramos Gloria, han informado a pregunta expresa que Jorge Torres López compareció ante la autoridad local, pero que como la averiguación previa continúa abierta no pueden dar más detalles al respecto.
Así las cosas, hay tres en este momento dos confesos y un prófugo, a los tres ya Texas les quitó ingentes cantidades del dinero, pero en Coahuila sólo se responde que se está investigando. La realidad es que esta información específica de los tres millones de dólares que Torres ya nunca tendrá, es sólo un episodio más de la historia que jamás será aclarada: el desfalco multimillonario de la deuda, pero de ahí nada más.