“No tenía la Vuelta en mi programa, pero de acuerdo con el equipo, decidí venir”, confesó. (EFE)
Aunque su participación se confirmó más por obligación que por ganas, el ciclista italiano Vincenzo Nibali confía en hacer un buen papel en la 70 Vuelta a España, dispuesto a ceder el rol de líder del equipo Astana.
En rueda de prensa, el “Squalo” confesó que no se ha dado tiempo para analizar el libro de ruta de esta edición especial, en el cual se celebrará el 80 aniversario de la competencia, pues en primera instancia “no tenía la Vuelta en mi programa, pero de acuerdo con el equipo, decidí venir”.
No obstante, recordó que hace un lustro tampoco tenía conocimiento previo de las etapas y aun así terminó por consagrase monarca, “tengo confianza porque conocer el recorrido es importante, sí, pero es mejor vivirla día a día”, sostuvo.
Asimismo aseguró presentarse a la ronda ibérica sin presión, a diferencia del Tour de Francia de hace unas semanas, donde todo el peso recayó sobre sus espaldas por ser el campeón defensor.
“Tenía mucha presión en el Tour, aquí no. Estoy más tranquilo, no tengo ánimo de revancha. Cada carrera tiene su historia. Hay grandes corredores, como (Christopher) Froome, (Nairo) Quintana y (Alejandro) Valverde. Será una Vuelta muy dura e intensa. En mi caso, es la primera vez que hago el Tour y la Vuelta”, subrayó.
En la conferencia, el siciliano estuvo acompañado por su compatriota Fabio Aru y por los españoles Mikel Landa y Luis León Sánchez, quienes evitaron entrar en conflicto sobre llevará la voz cantante en la franquicia kazaja, pues será una decisión que se tomará sobre la marcha y dependerá de la condición de cada uno.
“Somos un equipo unido, se puede hacer una buena Vuelta. Todos la hemos preparado muy bien. La primera semana es importante, con varias llegadas duras, empezando por la segunda etapa. Y hablando por mí, terminé el Tour en una buena condición y he entrenado en altura la última semana”, concluyó Nibali.