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Niños sin tiempo libre

El estrés que genera la sobrecarga extraescolar

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Marimar Centeno

Los niños tienen derecho de disfrutar su infancia, ninguno de ellos está obligado, bajo ninguna circunstancia, a estar tratando de complacer las expectativas de sus papás en todo lo que realizan.

Óscar llega del colegio, tiene que comer rápido para hacer su tarea y luego ir a sus clases de futbol tres días a la semana y a sus clases de música los otros dos días. Desde hace algún tiempo se muerde las uñas, situación que sus padres ven como pasajera, ignorando que su hijo puede estar presentando un síntoma de ansiedad causado por estrés infantil, debido a que siente que no está cumpliendo las expectativas que ellos han depositado en él.

Es muy positivo que los niños amplíen sus conocimientos y desarrollen sus habilidades a través de actividades ajenas a la escuela, pero es importante tener presente que la concepción del mundo de los adultos es muy diferente a la de los niños.

ANSIEDAD Y OTROS SÍNTOMAS

Saturarlos de clases extraescolares porque sus papás suponen que es lo mejor para ellos, o mantener la idea de que deben aprovechar las oportunidades que ellos mismos no tuvieron en su infancia, no siempre es lo más adecuado para los niños.

El estrés infantil es la falta de capacidad de respuesta de los menores para adaptarse a las exigencias de la vida diaria. Puede ser provocado por cualquier situación en la que requieran adaptarse o cambiar, y generalmente causa ansiedad. Los cambios, como comenzar una nueva actividad, pueden ser positivos en algunos casos, sin embargo, si el niño se siente sobreexigido puede responder de manera negativa, presentando algún síntoma cognitivo, conductual, físico o emocional. Los síntomas aparecen siempre para indicar que una emoción está siendo contenida en el interior.

Los padres desean que sus hijos destaquen en todo lo que emprendan, pero deben tomar en cuenta que los niños pasan mucho tiempo en la escuela, donde ya enfrentan factores estresantes como hacer tareas, memorizar textos, estudiar para los exámenes y obtener las mejores calificaciones. En ese sentido, las actividades extraescolares pueden afectar su rendimiento escolar.

Se debe estar atento a cualquier cambio porque no siempre es fácil detectar el estrés en los niños. Los cambios de humor repentinos, la irritabilidad, la tristeza, la apatía y alteraciones en el ciclo de sueño, así como morderse las uñas y arrancarse el pelo, son señales de que no están sabiendo cómo gestionar sus emociones debido a la ansiedad que experimentan.

Otros síntomas recurrentes suelen ser dolor de estómago y cefalea, problemas de concentración o dificultad para terminar las tareas escolares y rechazo a la escuela.

Presionar demasiado a los hijos, al grado de que no puedan adaptarse al cambio y terminen presentando algún síntoma de ansiedad es un abuso de sus capacidades.

¿CÓMO REDUCIR EL ESTRÉS INFANTIL?

En primer lugar los padres deben saber identificar si la sobrecarga de actividades que imponen a sus hijos no es una proyección, es decir, una necesidad de realizarse a través de sus hijos.

Hay adultos que le dan sentido a su vida a través de la de sus hijos, es por eso que se ponen tan exigentes con los resultados que obtienen, pues ello les brinda un estatus dentro de su círculo social. Además, el estar transportando a los niños de una actividad a otra les permite canalizar su tiempo y energía, lo que en realidad puede ser un modo de evadir la responsabilidad de su propia vida o quizá de resolver conflictos de pareja.

Por otra parte, los padres deben ser tolerantes a los cambios que presentan los niños, hablar con ellos en un clima de tranquilidad y seguridad, estimularlos a expresarse sin que se sientan juzgados, ni exigidos, hacerles saber que admiran y reconocen su esfuerzo, no dejarles ver ningún gesto de desaprobación o decepción, asegurarse de que tengan un descanso adecuado y tiempo libre para disfrutar y jugar, así como una alimentación sana y balanceada que les proporcione los nutrientes que necesita para tener energía en su día a día.

Cada ser humano es valioso e importante desde el momento de su nacimiento, una calificación jamás va a definir de ninguna manera el valor o capacidad de una persona. Por eso se debe poner atención a los mensajes ambivalentes; la frase “necesitas tener títulos, trofeos y grados para ser alguien en la vida”, puede contener un matiz negativo si es interpretado por los niños como “no eres nadie si no obtienes eso”.

Es mejor, entonces, motivarlos e impulsarlos a ser la mejor versión de sí mismos, sin comparaciones, ni competencias insanas ya que todos poseen cualidades y talentos diferentes.

Si los niños sienten que lo que hacen no es valorado o reconocido, crecerán con la idea de que no importa lo mucho que se esfuercen y en la etapa adulta buscarán la manera de sabotearse y no concluir lo que inician, ya que nada de lo que hagan será suficiente.

LAS ACTIVIDADES MÁS ADECUADAS

Los papás deben tomar en cuenta los gustos y habilidades que tienen los niños y tener cuidado de no imponerles lo que a ellos les hubiera gustado hacer.

En la educación actual ha ganado mucho más terreno la tecnología que el arte, sin embargo nunca hay que perder de vista que la expresión artística es primordial para que los niños no crezcan siendo autómatas. Elegir actividades artísticas les ayudará a desarrollar su pensamiento abstracto, creatividad e imaginación. Con clases de música, dibujo o pintura expresarán sus pensamientos, sentimientos, emociones e intereses, así como su percepción del ambiente. Por medio de su expresión creadora se estimulan y desarrollan sus sentidos, además de que se despierta su curiosidad de saber la historia de los grandes artistas.

El deporte es buena opción para combatir el sedentarismo y crear hábitos saludables y positivos, además de que beneficia su desarrollo físico, mental y emocional siempre y cuando no lo vean como una obligación.

En necesario ayudar a los niños a encontrar un deporte que les guste y les apasione para que lo disfruten y se sientan motivados a practicarlo desde pequeños, así aprenderán de manera divertida el respeto, la disciplina y demás habilidades sociales al convivir con sus pares.

Es muy recomendable reservar tiempo para la actividad extraescolar más importante y de práctica diaria: pasar momentos hermosos, únicos e irrepetibles con los hijos, abrazándolos y haciéndoles saber lo mucho que los aman y lo afortunados que son de ser sus padres.

Twitter @Marimar_Centeno

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