En portada. Adele habló sin tapujos sobre lo que para ella ha significado su regreso a la música.
La cantante británica Adele es protagonista en el número más reciente de la revista TIME, a la que habló del mercado actual de la música y de la fama.
"Es un poco ridículo, ni siquiera soy de Estados Unidos. Quizás piensan que estoy relacionada con la reina. Los estadounidenses están obsesionados con la familia real", comentó la cantante sobre su éxito en Estados Unidos, en donde ya vendió más de tres millones de copias de su nuevo disco, 25.
Comentó que encuentra extraño el hecho de ser una celebridad. "Es ridículo que la gente de alto perfil tenga mucho acceso al público. ¿Cómo se supone que voy a escribir un disco real y estoy esperando por medio millón de likes en una foto? Eso no es real".
Adele además habló de las estrellas musicales y el mercado actual. "Algunos artistas, mientras más grandes se vuelven más horribles y más desagradables. No me importa si haces un álbum increíble - no me agradas no compraré tu disco. No quiero que suenes en mi casa si creo que eres un bastardo".
La británica confesó que no usa los servicios de "streaming". "Compro música. La descargo y compro una copia física sólo para compensar el hecho de que alguien más en algún lugar no (lo está comprando). El streaming es un poco desechable, sé que es el futuro, pero no es la única manera de consumir música".
El nuevo disco de la cantante no se encuentra disponible en "streaming".
Llegó a fumar 25 cigarros al día
Hace cuatro años, en medio de una exitosa gira por Norteamérica, Adele tuvo que cancelar algunos conciertos debido a una hemorragia en sus cuerdas vocales, problema que ya había tenido en 2010.
Los inconvenientes de salud de la cantante británica tenían como origen el consumo excesivo de cigarros, pues era capaz de fumar hasta 25 al día.
El diagnóstico pudo resultar fatal para la carrera de la joven de 27 años, quien tuvo que someterse a una cirugía en las cuerdas vocales para eliminar un pólipo benigno. Tras eso, Adele decidió dejar el tabaco y hoy, finalmente, se puede declarar una "fumadora rehabilitada".