Pendiente. José Luis Hernández Rivera quiere ayudar a las nuevas investigaciones del caso.
El director de la Escuela Normal Rural "Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa", José Luis Hernández Rivera, aseguró no sentirse culpable por la desaparición de los 43 normalistas el 26 de septiembre del 2014 en Iguala, y negó que la institución sea un centro de la delincuencia organizada, como lo pretendió hacer creer el Gobierno federal, "esa fue una información perversa que pretendió tachar que el movimiento normalista y la escuela, estaban relacionados con la delincuencia organizada, para desviar la atención por la desaparición de los 43 jóvenes normalistas".
Hernández Rivera, agregó que hasta ahora no ha recibido amenazas, sale solo de su casa a las siete de la mañana y llega una hora después a la escuela de Ayotzinapa, de la que es director desde hace tres años y cuatro meses, y aseguró no pertenecer al grupo delincuencial conocido como "Los Rojos", por lo que sostuvo que tiene la conciencia tranquila y, "no tengo esos miedos de sufrir un atentado". A la distancia de un año y tres meses de la desaparición de los 43 jóvenes normalistas, asegura que los del Comité de Expertos Intelectuales Independientes (CEII) de la CIDH, demostraron que la ida de los jóvenes normalistas a Iguala, fue circunstancial, "no es que lo hayan programado, pero dieron a conocer también que en esa ciudad, había una relación de la delincuencia organizada con las autoridades municipales, que fue lo que llevó a pasar lo que pasó".
Entrevistado antes del inicio del acto conmemorativo por los 55 años, de la masacre en contra del Movimiento Popular-Estudiantil de 1960, en esta capital, donde fueron acribilladas 19 personas por el ejército de aquél tiempo, negó que los estudiantes hayan llevado armamento y presuntos sicarios de "Los Rojos", para atacar a las autoridades municipales de Iguala, por lo que consideró que fue un manejo que hizo la PGR, para hacer creer que la Normal era centro de delincuentes, "yo aclaré que no e hice la denuncia que estaba siendo hostigado para que declarara culpable de tener vínculos con la delincuencia organizada". Reveló además, que cuando se presentó ante la PGR en la ciudad de México, fue interrogado durante cinco horas y media, y se le insistía en que contestara si existía una relación de los estudiantes y la Normal de Ayotzinapa, con el crimen organizado y si él en lo particular tenía contacto con el grupo denominado "Los Rojos", "yo les contesté que no tenía nada con la delincuencia organizada y les dije: pregúntenme de la Normal 'Raúl Isidro Burgos', fue entonces que descarté que la escuela y el movimiento estudiantil, tuvieran algo que ver con esa situación".
Añadió que les insistió que es un movimiento estudiantil popular independiente, que surgió por situaciones concretas, como la falta de recursos para el trabajo educativo, falta de aulas y suficientes recursos para la alimentación de los alumnos, y la exigencia de los estudiantes de que contarán con una plaza una vez egresados y formados como maestros, así como en contra de la desaparición de las normales del país.
Agregó que la muerte de tres normalistas, tres ciudadanos y la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la considera una tragedia, que va a terminar cuando se les diga a los padres de familia, que es lo que pasó con ellos, porque sostuvo que a pesar de haber pasado un año y tres meses de su desaparición, "nosotros pensamos que están vivos, por eso los seguimos esperando. Ahí en la escuela siguen inscritos, tienen su matrícula y creemos que están vivos, esto es una desaparición forzada, por eso creemos que van a volver a la escuela".
A la espera
El director José Luis Hernández Rivera sigue atento a las indagaciones de la PGR.
-Pero hasta el momento no ha recibido un segundo citatorio por parte de la PGR, a propósito del anuncio de que van a continuar nuevas investigaciones para encontrar vivos o muertos a los 43 normalistas.
-No hay fecha para que comparezca por segunda vez, pero que si se le manda llamar acudirá de nuevo porque no tiene nada qué ver con los señalamientos de tener contacto con el crimen organizado.
