Creencia. José Ramón Cossio mostró su duda sobre el interés de algunos actores en la oralidad.
Un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación advirtió ayer que no todos los órganos de Gobierno están haciendo el esfuerzo necesario para la transición al sistema penal acusatorio, que tendrá que aplicar en todo el país en junio de 2016.
El ministro José Ramón Cossío dijo, en la toma de protesta de 68 nuevos jueces de distrito, 62 de ellos especializados en el nuevo sistema penal, que el Poder Judicial Federal es está haciendo un esfuerzo muy importante para dotarlos de los medios, las instituciones y los elementos materiales y humanos para que puedan desempeñarse.
"Desafortunadamente no todas las instancias del país están respondiendo de la misma manera a lo previsto en los artículos transitorios y sustantivos de la reforma de junio de 2008. ¿Por qué razón? Porque seguimos teniendo ausencia de policías, ausencia de peritos, ausencia de defensores, ausencia de formación de capital humano", dijo Cossío.
La reforma en cuestión establece un sistema de juicios orales que transforma radicalmente la tradición jurídica nacional, y que se ha ido implementando de manera dispareja a nivel local y federal.
En sesión solemne de la Corte, Cossío alertó a los nuevos jueces sobre el contexto de inconformidad social y múltiples cambios legales en el que tendrán que actuar.
"Tenemos un cuestionamiento general de la sociedad hacia las instituciones públicas del país, sean éstas políticas o técnicas, tenemos también una sociedad agraviada y justificadamente agraviada por una gran cantidad de motivos, tenemos un sinnúmero de denuncias sobre corrupción e incapacidad para conducir los asuntos públicos", lanzó el ministro.
También habló de niveles de impunidad muy altos, y destacó que las personas no entienden, y no tienen por qué entender, la diferencia entre la justicia técnica y la justicia a secas y con mayúsculas.
Los nuevos jueces, remató Cossío, no podrán cuestionar las reformas sobre derechos humanos, aún cuando las pudieran considerar "exorbitantes", pues fueron aprobadas por los representantes populares electos democráticamente.
Felipe Borrego, consejero de la Judicatura, dijo que en el nuevo sistema, el perfil del juzgador ya no es el de resolver asuntos detrás de un escritorio.
"El juez es y será una parte dentro del procedimiento, será pues un interviniente activo en la contienda judicial. Vivirán y apreciarán con sus sentidos las audiencias, los testimonios que de viva voz expongan los sujetos procesales", señaló Borrego, quien en el sexenio pasado fue responsable de implementar la reforma penal.
