ENTRADA.- De nuevo Franz Kafka irrumpe en la vida nacional. Despojado ya de su horrible caparazón el escarabajo se arrastró hasta la Comisión Permanente del Congreso de la Unión. Ante la mirada atónita e incrédula de los conscriptos de la patria, Emilio Chuayffet Chemor por razones hasta ahora inexplicables Secretario de Educación Pública, manifestó ante la augusta asamblea palabras más palabras menos: "Necesito que se me defina quién es el patrón legal de los maestros, para que el gobierno federal se pueda encargar de las clases en estados como Oaxaca, donde la interrupción de la enseñanza es constante".
SOPA.- Casi similar e insólito sería como si Carlos Slim pidiera a la Secretaría del Trabajo le definiera quiénes son los patrones de los trabajadores de Telmex y Telcel. De ese tamaño la barbaridad del mexiquense.
PLATO FUERTE.- Agregó el Secretario de Educación Pública: "Que habiéndose dado fin al viejo esquema de escalafón magisterial con la aplicación de la evaluación docente, ahora el problema es definir quién es el patrón en materia educativa". "Si decimos que es la SEP, damos un paso atrás en materia de descentralización. Si decimos que son los estados, entonces tenemos que establecer las sanciones o la intervención federal para poder hacernos cargo temporalmente de la educación donde no se cumple el servicio".
Es hasta ahora que salen con esas incongruencias después de que el presidente y el Pacto por México mandó al Congreso la Reforma Educativa. ¿Qué no se vio esto con anterioridad al presentar proyecto de reforma?
Frente al justo reclamo que le hicieron los diputados y senadores de la permanente por haber estado y seguir estando pagándoles los salarios a miles de maestros que cumplieron seis meses sin dar clases, Chuayffet Chemor no tuvo otra salida que exhibir el ridículo de su desempeño.
Hasta el día de hoy y después de tres años como secretario, Emilio Chuayffet no sabe aún quién es el patrón del millón de maestros que cobran en su secretaría. Con este razonamiento Kafka se revuelve en su tumba celoso del mundo imaginario e irreal que en sólo tres años pudo construir Chuayffet y que él, Franz Kafka, no pudo ni llegar a imaginar en sus alocados sueños.
El Secretario de Educación Pública continuó con sus dilates anunciando orbi et urbi, "que con motivo del examen aplicado a los maestros el pasado fin de semana, referente a la promoción a puestos de mayor jerarquía, se puso fin al viejo esquema de escalafón magisterial". Así es licenciado, de eso trata en parte la Reforma Educativa, de reconocer la meritocracia y no el compadrazgo.
Más adelante se agacha y declara: "que la SEP no tiene cómo objetivo 'someter' a los maestros disidentes; por el contrario, el objetivo es llegar a un acuerdo para que todos participen en igual medida en el proceso de mejora en todo el sistema educativo". Incluso al cierre de su comparecencia, después de poco más de 3:30 horas de diálogo, aclaró que los opositores a la evaluación no odian el progreso, sólo quieren ser llevados por la inercia".
Ahora resulta que la CNTE, después de haber destrozado el sistema educativo en Oaxaca, Michoacán y Guerrero y de haber vandalizado e incendiado edificios públicos y privados, de haber tomado por asalto vías públicas, carreteras y autopistas y de haber hecho perder el ciclo escolar a más de dos millones de niños, lo único que realmente sucede, es que son llevados por "la inercia"?
Durante su increíble comparecencia Chuayffet siguió tirando dislates a diestra y siniestra: "Que no tiene la estimación exacta del beneficio económico derivado de la centralización de la nómina magisterial; sin embargo, la estimación es que al menos son diez mil millones de pesos".
"Que la evaluación se suspendió (cosa que no dijo en su momento) "por las razones técnicas y "prudentes" para suspender temporalmente el proceso de evaluación, entre ellas que sólo 18 estados habían reportado tener las condiciones materiales para la aplicación de la prueba, y explicó que los exámenes a los maestros de Oaxaca y Michoacán, así como de unas zonas de Chiapas se repondrán cuando las circunstancias lo permitan".
POSTRE.- Como se podrá ver la comparecencia no tuvo desperdicio y fue disfrute de humorismo involuntario. Uno llegaría a pensar si no se trata de sabotear la política educativa del presidente Peña Nieto.