No se hagan bolas

No se hagan bolas. ¿Cómo se les ocurre? ¿Cómo creen que iba yo a echar para atrás la reforma más importante del sexenio? Preferiría raparme el copete. Esta confusión sólo es producto de que la gente no sabe leer bien.

A ver, reconozco que sí es cierto que la Secretaría de Educación Pública emitió un comunicado el 29 de mayo que decía que "con motivo de nuevos elementos a considerar en el proceso de evaluación para el ingreso, promoción y permanencia en educación básica y media superior, quedan suspendidas indefinidamente las fechas publicadas para su realización".

Pero ¿cómo se les ocurre pensar que esta suspensión indefinida quería decir que habría una suspensión indefinida de las evaluaciones? ¿Qué no se dieron cuenta de lo que decía el texto? A ver, lean con cuidado: "... quedan suspendidas indefinidamente las fechas publicadas para su realización". Son las fechas las que se suspendieron. Qué tontos, ¿verdad? Y ustedes que pensaban que se cancelaban las evaluaciones. ¡Ja, ja, ja!

¿Y cómo van a pensar ustedes que esa suspensión se hizo por consideraciones políticas? ¿Qué importa que el comunicado se haya emitido unos días antes de las elecciones? Lo que pasa es que el 29 de mayo nos dimos cuenta de que había "nuevos elementos a considerar". ¿Por qué no dimos a conocer cuáles eran? Bueno, tampoco tenemos que decir todo a los ciudadanos, ¿verdad? Si lo hiciéramos, simplemente se confundirían.

Es verdad que yo dije el 2 de junio que el secretario de Educación explicaría los nuevos elementos a considerar. Pero ¿para qué las prisas? No es que el tema fuera el único en el país a unos días de las elecciones. Por eso, aunque el secretario se presentó el 4 de junio en un acto con el secretario de la Defensa para dar becas a militares, no habló ni una palabra sobre la suspensión. No era el lugar ni el momento para aclarar la aparente cancelación de la reforma más importante. Tampoco tenía sentido hacerlo cuando la organización Mexicanos Primero promovió un juicio de amparo en contra de la cancelación de las evaluaciones ordenadas por la Constitución.

Es por supuesto una vil difamación afirmar que la suspensión tenía consideraciones políticas o que era una mentira para comprar la tranquilidad del país en un momento en que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación exigía la cancelación de la Reforma Educativa y amenazaba con impedir las elecciones. Tampoco es cierto que se haya decidido que el secretario Emilio Chuayffet diera sus explicaciones el lunes 7 de junio porque era un día después de la elección y el mismo día en que un juez de amparo otorgó una suspensión provisional en contra de la suspensión de las evaluaciones. Todo es una simple coincidencia. Lo que pasa es que ese día el secretario terminó de revisar la documentación sobre los elementos que habían llevado a la suspensión.

Por eso digo que no debe haber confusiones. El secretario, tras examinar los elementos, se dio cuenta que siempre no era necesario suspender las evaluaciones. Se dio cuenta que el problema es que no había equipos de cómputo ni conectividad en las escuelas, aunque por el otro lado había que ser prudentes ante el proceso electoral. Pero ya no hay de qué preocuparse: ya se encontraron las computadoras y se contrató el Internet. y las elecciones, bueno, ya quedaron atrás.

Ya está la explicación. No sé por qué tanto brinco con el suelo tan parejo. Hasta un juicio de amparo, digo. cuando todo está tan claro.

"No se hagan bolas", como dijo el clásico. No anden buscando atributos mamarios en las culebras. Las confusiones son un simple producto de que ustedes no leyeron con cuidado el comunicado de la SEP.

 PREVISOR