Son favorables las nuevas reglas marcadas por la autoridad electoral, en el sentido de concederle el mismo tiempo en espacios noticiosos a los candidatos, pues de esta forma podemos constatar la manera tan ilógica y tonta de tirar el dinero invirtiéndolo en el patrocinio de grupos políticos con cero posibilidades de ganar y que exhiben candidatos que exhiben a su vez a una sociedad desinteresada en estas actividades, golpeada, engañada, y por esa razón apática, pero tolerante de estos aspirantes a legisladores cuyo nivel de conocimiento hacia el problema social y la labor legislativa, avergüenza y empaña totalmente este proceso de selección, en este caso, para diputados federales. Durante la semana pasada algunos candidatos fueron entrevistados en medios radiofónicos. Las respuestas de todos no atienden la necesidad y no provocan ni una chispa de esperanza o aliento para lograr el voto ciudadano, por el contrario, en algunos casos hasta da coraje escuchar la exposición de los motivos por los cuales decidieron adherirse a un partido recién surgido y ofende en otros casos, cuando mencionan el por qué decidieron cambiar de partido. Me acordé de la película "Si yo fuera diputado", con Mario Moreno Cantinflas, durante la semana en que en una entrevista radiofónica el candidato del Partido Humanista criticó a quienes suelen cambiar de partido político y después mencionó que él pertenecía al PRI, pero ya no. Él mismo, en uno de sus comentarios, expresó: "voy a decir un ejemplo, miren, un ejemplo, como ejemplo, por ejemplo", similar a la explicación que ofreció Cantinflas cuando le preguntaron qué es cohecho y dijo: "cohecho, es un hecho, que está mal hecho, porque qué checho". Otro de los candidatos, entrevistado sobre sus planes futuros, si remotamente el voto lo llevaría al Congreso, expresó: "miren, yo voy a pugnar por una mejor educación, atención al problema de desempleo y anticorrupción…". No se dan cuenta que el pretender ser legislador va más allá de simples pensamientos de ayuda o nos quieren ver de plano la cara de… En Coahuila, no hace mucho tiempo se presentó en tribuna legislativa la Ley Antipobreza; con una serie de escritos cuyo contenido se acerca a la poesía dedicada al bienestar de la gente jodida y la pregunta en este momento es ¿qué ha pasado?... creció el número de pobres. No hay quien exhiba un sentimiento de coraje por la nula aplicación de la ley, ni alguien que ofrezca palabras de convencimiento y esperanza. Sin duda alguna, el estar patrocinando a grupos políticos que no van a ganar y otros que fortalecen a los dos fuertes -PRI y PAN-- es sinónimo de engaño a la sociedad y desperdicio de dinero, mucho dinero que sirve, no para dárselo a la gente necesitada, por aquello del paternalismo, sino para obras y servicios y el ofrecimiento de un entorno mejor… jóvenes candidatos expresando "es qué, o ssea, hay mucha pobreezza", otros cantinfleando… Todos aspirando a ganar un billetote, la gente… la gente qué.
Por Martín Chávez