Le dieron de menos en la Alianza
Tomando en cuenta que el kilo de aguacate lo ofrecen a 20 pesos en el mercado Alianza, una diferencia de 15 pesos en relación a como lo vio en el mercado Juárez -35 pesos kilo--, mi amigo Javier decidió trasladarse desde la calzada Colón caminando hasta el sector Alianza para comprar kilo y medio de aguacate con lo que se ahorraría más de veinte pesos, cantidad de enorme apoyo para mi amigo Javier que atraviesa por una situación nada envidiable… Se internó al mercado por la avenida Hidalgo y detectó un local donde exhibían el kilo del alimento en 20 pesos, solicitando kilo y medio del producto. Cuando le dieron la bolsa con los aguacates, notó un peso ligero y le dijo al vendedor: "mi hermano, sí es realmente kilo y medio", obteniendo un sí con toda seguridad de parte del comerciante. Mi amigo Javier caminó unos metros y observó una báscula en un negocio donde venden quesos y carnes frías; aún con la duda del poco peso, le pidió de favor al encargado de la quesería le pesara los aguacates y sí, comprobó que le habían dado un kilo con 180 gramos del producto, 320 gramos menos de lo solicitado, comprado y pagado. Mi amigo Javier regresó con el comerciante y le reclamó, pero éste le dijo que ya le había sacado algunos aguacates y que se retirara. Javier notó que al momento de la compra, el comerciante ofrecía un trato amable y hasta suplicante para la venta de su producto, pero cuando regresó para decirle que le había dado de menos, el vendedor cambió radicalmente su comportamiento, ahora era déspota y cortante. Los hechos ocurrieron el mero Día del Niño -30 de abril-pasado. Antes de las dos de la tarde en que se hizo la compra, mi amigo Javier y yo sostuvimos una plática breve en Acuña y Matamoros y le dije: "qué vas a hacer tan lejos, cómpralos en el mercado Juárez", conocedor de precios, como cualquiera que tiene problemas económicos fuertes, Javier me enteró que en el mercado Juárez el kilo de este producto estaba a 35 pesos y que en la Alianza, definitivamente era más barato. La compra se realizó poco después de las 14:00 horas, con el incidente ocurrido y que le dejó un mal sabor, aunque a pesar del engaño, aún le salió más barato. Aunque la labor de control de precios y artículos de medición en la atención del cliente corresponde definitivamente a las autoridades de comercio, en este caso a la Defensa del Consumidor, es necesario y urgente que los representantes, líderes de locatarios del mercado Alianza, toda una tradición en nuestra ciudad, atiendan este detalle e impidan este tipo de cosas, pues mientras la gran mayoría de locatarios de este centro de abastos hace esfuerzos por mantener e incrementar sus ventas, otros incurren en este tipo de artimañas con consecuencias nada favorables para todos. El sábado dos de mayo en que se redactaba esta columna, mi amigo Javier y yo sostuvimos otra plática curiosamente alrededor de las dos de la tarde y me informó que iba al mercado Alianza a comprar queso, porque es más barato que en otras partes.
Por Martín Chávez