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NORMATIVIDAD AGROPECUARIA

EL HIGO

AGUSTÍN CABRAL MARTELL

Su nombre científico es "Ficus Carica", es una fruta del mediterránea que durante siglos ha sido muy apreciada por diferentes culturas.

Se puede tomar fresco o seco y posee propiedades nutritivas que lo hacen indispensable en dietas de niños, deportistas y damas embarazadas.

Siempre se ha dicho que da mucho juego en la cocina y puede utilizarse como un ingrediente exótico en salsas. Resulta un excelente acompañamiento para cualquier tipo de carne asada o de caza. Su combinación con el cerdo y el pato resulta perfecta. Como postre, se pueden tomar solo o en preparaciones más sofisticadas.

Fresco está compuesto por un 80% de agua y un 12% de azúcar. Una vez seco, estas proporciones varían a menos de un 20% y más de un 48%, respectivamente. Sus características nutricionales se potencian una vez secos.

Su origen se remonta a siglos antes de Cristo e incluso fue considerado como manjar en la época de la Grecia Clásica. Ya en el mismo Génesis de la Biblia, se narra cómo Moisés mandó a unos exploradores a reconocer la tierra de Canaán y éstos volvieron con diferentes frutos, entre ellos higos. Pero fue en la Grecia clásica donde el higo supone uno de los alimentos esenciales de su civilización.

Esta fruta también fue el manjar predilecto de Platón, de hecho se le conoce como la fruta de los filósofos. Galeno lo recomendaba a los atletas e Hipócrates lo usaba para combatir los estados febriles. Los bereberes lo consideran como un símbolo de fecundidad y resurrección.

El higo maduro es muy digestivo porque contiene una sustancia especial llamada Cradina. Tanto secos como frescos, los higos son un excelente tónico para las personas que realizan esfuerzos físicos o intelectuales. Este fruto contiene también cantidades variables de pentosanas y de ácido cítrico, málico y acético. Poseen una cantidad de azúcar superior al resto de las frutas, de ahí que su valor calórico sea muy parecido al del plátano o la uva. Es pobre en grasas y en proteínas, pero rico en agua, minerales y fibra.

También es un buen emoliente, un suave laxante, un buen diurético y un excelente pectoral. Por todo ello, los higos son recomendables para los niños, adolescentes, mujeres embarazadas, intelectuales y deportistas.

Existen alrededor de 600 variedades de higos. La estación de más producción es el verano. Las principales variedades son: Kadota, Adriatic, Calimyrna y Mission. California y Turquía son los principales productores.

Una fruta de 250 gramos proporcionará unas 1.300 calorías y alrededor 12 gramos de proteínas.

Los higos tienen el contenido de azúcar más alto que cualquier otra fruta. Además poseen vitaminas A, B1, B2, B3 y C y Hierro.

Los higos tienen muchas cualidades expectorantes por lo que, cuando se está constipado, resulta muy beneficioso tomar infusiones de este fruto.

Basta con poner a cocer en el agua unos dos o tres higos. Cuándo éstos estén blandos, se cuela el líquido resultante de la cocción y se toma caliente a modo de infusión.

Como ocurre con la mayoría de las frutas, el higo es un fruto de temporada. Sin embargo, no hay porque renunciar a disfrutar de su sabor el resto del año.

Para conservarlos basta con elaborar un almíbar ligero a base de agua y azúcar, según el gusto personal. Después se introducen los higos en botes y se cubren con ese almíbar. Bastará hacer el vacío a los frascos para que los higos duren hasta la temporada siguiente.

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