Una de cada cuatro personas no tiene los medios económicos suficientes para comer, mientras que siete de cada 10 adultos padecen sobrepeso u obesidad y uno de cada 10 niños sufre de desnutrición crónica.
En el país, 27.4 millones de personas tienen carencia por acceso a la alimentación, mientras que 7.4 millones viven en pobreza extrema y carencia alimentaria severa, con base en datos oficiales.
Para que verdaderamente se aprovechen los alimentos al comer, se recomienda:
Comer despacio, por lo menos tardar 20 minutos en cada comida, esto ayuda a que el cerebro registre la señal de saciedad y así no se coma de más; Organizar los horarios de comida, hay que recordar que idealmente se debe comer cinco veces al día. Al tener establecidos los horarios se evita comer por razones diferentes al hambre como aburrimiento, ansiedad, etc.; Nunca privarse de un antojo lo único que se provoca es que tarde o temprano se tenga un atracón y se coma más cantidad de la que en un principio se hubiera comido. Alerta con la cantidad; Disfrutar los alimentos debe ser parte de una dieta saludable, si no es así algo le falta al plan de alimentación; Si se quiere bajar de peso, pero más importante, se quiere mantener un peso correcto permanentemente. El ejercicio debe ser parte de la vida; Dormir suficiente, Idealmente entre 7 y 8 horas. Diferentes estudios científicos señalan que regular los horarios de sueño ayuda a que el metabolismo funcione adecuadamente; Hay que cuidar las porciones, sin darse cuenta una persona se va acostumbrando a porciones más grandes, hay que procurar reducir las cantidades poco a poco. Comer en platos más pequeños puede ayudar a lograrlo; Olvidar desde hoy y para siempre eso de "Comer todo lo que esté en el plato" Se come en base a al hambre y saciedad. Servirse poco y si aún se sigue con hambre se puede servir un poco más; Nunca saltarse un tiempo de comida, sólo se conseguirá que el metabolismo se vuelva más lento, lo cual provoca que se queme menos calorías a lo largo de los días. Así que hay que olvidarse de no desayunar o no cenar; La sed es un síntoma de deshidratación, no esperar a sentir sed, se debe beber suficientes líquidos a lo largo del día; Se debe perder peso poco a poco; No evitar ningún alimento, no hay alimentos buenos o malos, tampoco hay ningún alimento que por sí solo engorde. Lo que hace aumentar de peso es consumir más calorías que las que se gastan; Aumentar el consumo de verduras y frutas, se recomienda consumir por lo menos 5 porciones al día; No seguir la dieta de otra persona. Lo ideal es visitar un nutriólogo, cualquier plan alimenticio debe ser personalizado; Lo más importante, siempre que se planee bajar de peso se debe hacer por salud antes que por razones estéticas.
Motivo para reflexionar es lo siguiente: la alimentación de los mexicanos/as está tradicionalmente conformada por alimentos como el huevo, el frijol, el maíz y el arroz. Sin embargo, las personas están cambiando su dieta por el aumento del precio de los alimentos. Junto con el maíz, el frijol es un alimento básico en México, con múltiples propiedades. Actualmente al productor de frijol le pagan menos de 12 pesos por kilogramo.
La producción mundial de maíz ha tenido una tendencia al alza. La tortilla es el principal subproducto que se obtiene del maíz en México, además de ser básica en la alimentación de las familias mexicanas.
El jitomate es un producto base en la alimentación nacional. A pesar de ser el 10° productor, México ocupa el 1er lugar a nivel mundial con 18% de las exportaciones.
México es el principal consumidor de huevo en el mundo - seguido de Japón, Taiwán, China y Francia. Cada día se venden 6.7 millones de kilogramos de huevo en nuestro país.
De cada mexicano depende su alimentación, independientemente de la Cruzada Nacional contra el hambre, las políticas agroalimentarias, los criterios de las agroempresas privadas y del bolsillo de cada persona.
