Columnas Social columnas editoriales SOCIALES

NUESTRA SALUD MENTAL

Dr. Víctor Albores García

ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A.C. (PSILAC)

CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA

EL INDISCRETO ARTE DE REFORMAR Y ENLOQUECER

(CUADRAGÉSIMA SÉPTIMA PARTE)

Me parece muy interesante y curioso el extraño estilo de invierno con el que hemos cerrado este también extraño 2014; un invierno bastante insólito para esta región, en el que han alternado con un ritmo enloquecedor toda clase de fenómenos meteorológicos como lluvia, tolvaneras, granizo, con cambiantes temperaturas de frío y de calor que se han prolongado hasta hace apenas unos días, y con amenaza de que persistan aún más. Es interesante y también curioso, que tales fenómenos de la Naturaleza hayan coincidido igualmente con una serie de fenómenos regionales y nacionales a lo largo de todo el año pasado, que se iniciaran desde enero del 2014, como consecuencia de la apertura de una serie de paquetes de reformas administrativas, jurídicas y tributarias, producto éstos de la naturaleza humana, de esa naturaleza política y social que controla los movimientos del país y que al igual que estos fenómenos meteorológicos, aparecieron súbitamente, sorpresivamente irregulares, confusos, incoherentes, irracionales, sin sentido ni lógica alguna, cuyas consecuencias también enloquecedoras se han dejado sentir hasta el presente. Seguramente que el 2014 pasará a la historia como un año repleto de errores nacionales de todo tipo, desde la mismísima cúpula federal en las figuras del presidente, su pareja y el resto del equipo que lo circunda, y que se prolongan hasta los niveles más básicos de la administración pública nacional, lo mismo estatales que municipales. Pareciera que nos movemos a ciegas, en una nave que tiende a balancearse caprichosamente en todas direcciones a la vez y aparentemente sin una dirección definida y de acuerdo a las verdaderas necesidades y carencias de nuestro país. Es como si estos cambios arbitrarios climatológicos nos enloquecieran a todos, en un país en el que ya de por sí, nos podemos cuestionar el estado de nuestra salud mental, el estado de nuestra razón y cordura nacionales, especialmente cuando revisamos las imágenes y las acciones de nuestras autoridades administrativas. Una lección interesante para el futuro cercano, en el que nuevamente se avizora para este verano una más de nuestras charadas democráticas electorales o "Feria Nacional del Empleo (o del Desempleo)", en la que también podremos cuestionar y medir nuestros niveles de salud mental a través de las imágenes y peroratas de los candidatos y los partidos, lo mismo los tradicionales que los de las comparsas, que en cierta forma son un reflejo de nosotros mismos.

Localmente, no cabe duda que la racha invernal de fenómenos meteorológicos que acabamos de enfrentar este invierno, también enloqueció a nuestra comarca y la humedeció hasta sus rincones más profundos con una enorme cantidad de agua que inundó nuestras calles y avenidas, para alegría de muchos y para el pesar también de muchos, y que asimismo dañó los edificios y las casas mal construidas o poco protegidas ante tales chubascos. Nuestras ciudades de ninguna manera se encuentran preparadas para temporales semejantes; el tráfico se enloqueció, los semáforos se descompusieron y los agujeros del asfalto, pequeños y enormes, herencia de nuestras últimas administraciones municipales, se maximizaron a un grado tal que se volvió peligroso utilizar los vehículos en ciertos sectores, ante la amenaza de daños y hundimientos. Así pues, con estos temporales, salieron a la luz del sol, una vez que se atrevió a brillar, toda la serie de agujeros físicos y psicológicos, de errores, fraudes y desperfectos de todo tipo, municipales, estatales y federales que se van acumulando históricamente en nuestras ciudades laguneras, sin que sepamos a ciencia cierta si algún día se podrán tapar y remediar, si nuestros impuestos realmente serán invertidos en ello, o simplemente seguirán persistiendo interminablemente como los préstamos y las deudas fantasmas adquiridas y perdidas como un mal necesario y compulsivo, de una herencia que se transmite repetidamente de una administración a la otra (Continuará).

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1100539

elsiglo.mx