ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C. (PSILAC)
CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
EL INDISCRETO ARTE DE REFORMAR Y ENLOQUECER
(QUINCUAGÉSIMA PRIMERA PARTE)
Saber algo sobre la salud mental de nuestros presidentes de la república durante las últimas décadas, al igual que sobre los demás funcionarios oficiales importantes, como serían ministros, gobernadores, presidentes municipales, senadores, diputados y tantos otros, especialmente en esta época en la que nos encontramos inundados y abrumados por una potente publicidad sobre lo que significan las delicias de la democracia y lo que una serie de nuevos y sonrientes candidatos nos prometen, es definitivamente una inquietud fundamental y justificada. Para resolver tales dudas e inquietudes importantes, ya no tenemos que acudir a Delfos como sucedía en la antigua Grecia, en la que el oráculo respondía a través de las pitonisas, aún si se trataba de un mensaje simbólico y en clave; ahora tenemos a la mano la rapidez de Google y de Wikipedia, que en cuestión de segundos intentan esclarecer nuestros cuestionamientos, a veces abiertamente, o también en ocasiones a través de velados mensajes en clave, quizás no siempre fáciles de descifrar. En este caso, al preguntarle sobre el estado de la salud mental de los presidentes de México en los últimos cuarenta años, las pitonisas electrónicas enviaron mensajes en clave, más bien evasivos y nada fáciles de comprender y decodificar. Los cientos o miles de respuestas que aparecieron, iniciaron con el nombre de nuestro presidente actual Peña Nieto en una reseña que hablaba no sobre su salud mental personal, sino sobre el hecho de que iba a aparecer en una celebración del Día Mundial de la Salud. Posteriormente, surgieron los nombres de páginas de las asociaciones médicas profesionales, como el de la Asociación Psiquiátrica Mexicana y la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil. Otros mensajes mencionaban la reducción de la pobreza, la contribución de la Castañeda (el manicomio fundado en 1910 por Porfirio Díaz en la Ciudad de México) para el profesionalismo en México; la lucha contra el estigma social; la Ley General de la Salud; diez grandes pintores que sufrieron enfermedades mentales; Salvador Allende, en Chile, como el primer presidente marxista del mundo, que fue depuesto por un golpe de estado tres años antes de terminar su período cuando supuestamente se suicidó durante ese golpe (o tal vez lo suicidaron). Se podría seguir enumerando una serie interminable de reseñas que parecen integrar una muy complicada y simbólica respuesta de Google a lo que pensé sería una sumamente sencilla y humilde pregunta de mi parte. Tal vez, habría que integrar este mágico rompecabezas esotérico y encontrar el trasfondo para traducir un mensaje profundo e inquietante, o tal vez tendría que aceptar esa nuestra realidad nacional, de que en México hablar de enfermedades mentales en los altos círculos oficiales es un estigma y un tabú aún peor que en la población en general, y que por lo pronto, todavía en pleno 2015, viene a ser un tema tan secreto y poco transparente como casi lo son las declaraciones patrimoniales de estos mismos funcionarios. Eso quiere decir, que a pesar de los prolongados discursos y de las celebraciones pomposas, la Salud Mental y las enfermedades psiquiátricas permanecen todavía en un alto porcentaje como un tema oscuro y estigmatizado, del que no se quiere hablar públicamente, y mucho menos cuando incluye a los individuos que nos gobiernan y que rigen los destinos del país, aún a pesar de sus cuestionables niveles de educación, o de las tonterías, de las conductas inapropiadas y de los fraudes e injusticias que cometen, que en ocasiones podríamos cuestionar o sospechar casi como síntomas de trastornos mentales.
Definitivamente, nos interesa investigar y conocer el estado de la salud no sólo médica sino especialmente la mental de nuestros funcionarios, que nos ayude a conocerlos, comprenderlos para tratar de reconocer o adivinar el camino por el que nos están dirigiendo, que desde hace mucho tiempo parece tan incierto (Continuará).