Nuestro recomendado para leer
Méjico es la historia de dos familias separadas por el tiempo, ligadas por la sangre y cada una con una persecución a cuestas.
Antonio Ortuño narra con maestría dos exilios que ocurren en épocas diferentes.
Uno trae a una familia de Europa a América, que huye del franquismo y del cobro de una deuda política que puede costarles la vida. El otro exilio ocurre a finales del siglo XX y cruza el continente en dirección inversa. En este caso se trata un hombre que sale mal librado de un lío de faldas y dinero, y debe refugiarse en la España de sus ancestros.
El cruce de ambas historias revela dos constantes: por un lado, la búsqueda infatigable de una identidad que se refugia en símbolos, en historias recibidas de oídas, en la añoranza heredada de tierras que no conocimos y que en ocasiones ni siquiera existen.
Por el otro, la persistencia de la sangre: como pasión, como sed de venganza, como fidelidad familiar, como violencia recurrente.
El retrato vivo y colorido de distintas épocas y ambientes; la creación de personajes memorables en unas cuantas pinceladas; el oído fino empleado para reproducir voces individuales y corales: todo esto hace de Méjico la mejor novela de Ortuño a la fecha y, sin duda, una de las mejores de su generación.
Antonio Ortuño (Zapopan, 1976) es autor de las novelas El buscador de cabezas, Recursos humanos (finalista del premio Herralde), Ánima y La fila india (Océano, 2013, seleccionada como libro del año por una docena de medios en México y Sudamérica), así como de las colecciones de cuentos El jardín japonés y La Señora Rojo.
Ha sido traducido a diez idiomas. En 2011 fue seleccionado por Granta como uno de los mejores narradores jóvenes en español.