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Kaile vive en Zombay, una ciudad habitada también por duendes y brujas. Es hija de panaderos (su panadería se llama la Muralla Rota, al igual que la taberna que atienden) y todos los días le ayuda a Madre a hornear.

Le encanta sentir el aire caliente sobre su cara cuando abre las puertas de la cocina. Tiene un hermano menor, Snotfish.

Cada año se realiza el "Día de Inspección" (el Capitán de la guardia llega, compra panes y los pesa y los prueba, si no son tan buenos como se ven, el panadero es castigado), pero eso no es algo que le preocupe a Madre, pues siempre se ha tomado las cosas con calma y sabe que su pan es el mejor de la zona.

Aquella mañana Snotfish, al entrar a la cocina (gritando ¡día de inspección, día de inspección! y soplando notas agudas con su silbato de latón) altera a la familia, por lo cual, un incidente hace que el silbato termine en el horno sobre los panes. Madre tendrá que apurarse a preparar más pan.

Por otro lado, Kaile se tiene que encargar de la taberna, lugar en donde los adultos van a jugar dominó y a tomar cerveza. Mientras Kaile prepara las cosas para abrir la taberna, un duende entra, se presenta y le pide permiso para actuar, pidiendo en cambio un poco de comida caliente y lo que el público les quiera ofrecer.

Kaile no está muy segura de aceptar, pero algo la hará decir que sí. La última vez que tuvieron personas actuando en su taberna fue un desastre. Y esta vez no será un desastre precisamente, pero a Madre no le gusta la idea de que un duende esté sobre su mesa, por lo que le pide a Kaile que los eche.

Antes de marcharse el duende le regala a Kaile una flauta tallada en hueso que es capaz de controlar espíritus malignos.

Más tarde Kaile perderá su sombra, y como todos saben, sólo los muertos no tienen sombra. Descubre que ocurre después y si Kaile logrará recuperar su sombra, en un gran relato.

En librerías

Una canción macabra, de William Alexander:

Bajo el sello editorial de Océano.

Disponible en e-book.