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Olvido

Diálogo

YAMIL DARWICH

Hace ya muchos años, un rector y activo político universitario me decía con voz sapiente: "la gente olvida", refiriéndose a la realidad de mexicanos, que con el paso del tiempo o un evento de interés nacional puede hacer pasar la página a la ciudadanía, permitiéndoles a los malos salirse con la suya.

Olvidar puede ser una gran deficiencia de los seres humanos y, curiosamente, en contrario,representa una cualidad apreciada en salud mental.

Olvidar una responsabilidad laboral puede representar un daño al patrimonio de la empresa en la que se trabaja o al propio negocio, si es propietario; en el lado opuesto, escribiendo un caso positivo como ejemplo, dejar pasar un agravio personal es el camino a la salud mental y al perdón verdadero, que nos evita cargar con lastres afectivos indeseables.

Así, debemos reconocer que olvidar puede ser un bien y a la vez un mal entre los mexicanos, realidad que ha sido aprovechada por aquellos que lesionan, ofenden o agravian al país en cualquiera de su modalidades.

¿Dónde está el equilibrio?, le diré que opino; en el justo medio, olvidando agravios, manteniendo en la memoria responsabilidades y afectos.

Dialoguemos sobre algunos casos recientes:

El gobierno federal ha sido deficiente en el manejo de nuestras relaciones internacionales y ha acudido al proceso del olvido para tratar de esconder sus fallas, algunas altamente ofensivas para todos; como ejemplos: el espionaje al que nos someten y del que ha sido acusada la administración de los EUA, que luego de una aparente airada protesta ha ido enfriándose la afrenta, sin que exista de por medio al menos "un disculpe".

El narcoavión, que fue convenientemente destruido por la dictadura venezolana, es un agravio a la inteligencia de los mexicanos que no contamos con el cuidado y debido control de las fronteras del territorio nacional y nuestros intereses. Sume la ineficiencia -¿o complicidad?- que permitió a pilotos con credenciales falsas pasar puestos migratorios de control, volar un avión que no tiene dueño visible, en rutas que no son muy lógicas transportando pasajeros desconocidos. Me resisto a creer tanta ineficiencia reunida en un solo caso; ni qué decir de las acusaciones periodísticas de protección a un narcotraficante huyendo. No han aclarado el caso y sí lo están enterrando en el olvido.

Las administraciones defraudadoras de diferentes gobernadores y sus colaboradores, han sido olvidadas con la aplicación del tiempo y las autoridades han dejado de investigar e informar a los mexicanos ofendidos.

Los hechos se tornan ofensivos cuando esos mismos abusadores exigen regreso de su dinero o publican sus cuerpos esculpidos con método y disciplina deportiva. Aún más: siguen utilizando recursos y relaciones para intervenir en la vida nacional, tratando de "acarrear agua a su molino", al fin y al cabo olvidamos ... ¿verdad?

Los malos empresarios también conocen del "método del olvido" para consumar sus defraudaciones, particularmente en el tema fiscal. Recuerde las acusaciones de compra de voluntades en las pasadas elecciones o los grandes pleitos que están sosteniendo televisoras y transnacionales de la telefonía e Internet. Aún cuando han existido periodistas que denuncian los fines monopólicos en los litigios, el ocultamiento para desinformar o escondiendo la nota en páginas interiores está presente.

También el poder judicial está invadido por tal defecto, apoyándose en el derecho legal enterrando el moral. El caso de la secuestradora francesa Florence Cassez, es otra muestra de la aplicación del olvido, que llevó a acallar las preguntas que no tuvieron respuesta en relación a los responsables del fallo o manipulación de los procesos legales. ¿Qué pasó con todos ellos? Nos aplicaron el citado método, dejando de paso la vía para que otros criminales consumados pudieran evadir a la justicia.

Los instrumentos del olvido usted los conoce, particularmente los casos deportivos, donde fácilmente olvidamos las fallas de empresarios, directivos, entrenadores y jugadores de futbol que orientan su esfuerzo a las sobradas ganancias por encima del derecho al esparcimiento de los mexicanos. Piense que al ganarle a un equipo extremadamente débil pretenden hacernos olvidar el fracaso deportivo causado por sus intereses económicos.

Boxeadores producidos por la mercadotecnia de las televisoras, tenistas que luego de uno o dos años de éxito desaparecen de los ranqueos mundiales, corredores de autos que se pierden en el anonimato una vez que han sido utilizados y otros muchos instrumentos de manipulación son, repetidamente, utilizados contra nosotros.

Otros instrumentos -no olvido que estamos dialogando sobre personas- son los pésimos artistas y presentadores de televisión y radio; bástele recordar a la peruana importada, que ofende gravemente a la educación nacional, a pesar de quejas y de denuncias contra su persona. Ella es útil al sistema.

La causa Usted la conoce, pero no nos decidimos a buscarle solución.

Únicamente le recuerdo otra enseñanza popular: "el valiente vive mientras el cobarde quiere".

ydarwich@ual.mx

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