El domingo 7 de junio se votó para renovar nuestra Cámara de Diputados y con ello habrá un nuevo equilibrio de fuerzas políticas que decidirán respecto a la modificación de las normas que hoy nos rigen, dentro de ellas las tributarias, por lo que resulta interesante reflexionar sobre la posibilidad de cambios fiscales en los próximos tres años.
Recordemos que una vez aprobada la reforma fiscal de 2014, el Poder Ejecutivo se comprometió a no proponer más cambios a la estructura tributaria en el resto de su sexenio (hasta el 30 de noviembre del 2018). Dicho compromiso lo formalizó a través del "Acuerdo de certidumbre tributaria" con la finalidad, a decir del documento, de brindar certidumbre económica a los contribuyentes y con ello permitir la planeación de inversiones a largo plazo. Lo anterior se lograría: a) no proponiendo nuevos impuestos; b) no aumentando las tasas existentes; y c) no reduciendo o eliminando los beneficios fiscales y las exenciones existentes.
Quizá sobre decirlo, pero el Ejecutivo federal no es el único facultado para presentar iniciativas de Ley, esto es, dicho compromiso no garantiza que no existan cambios a las normas vigentes, pues si diputados y senadores (Congreso de la Unión) así lo decidieran, pudieran modificarlas, al ser exclusivamente de ellos la facultad de cambiar una norma legal, máxime que en materia fiscal, son precisamente los diputados los encargados de comenzar con el proceso legislativo (cámara de origen).
Ahora bien, en la campaña electoral escuchamos de algunos candidatos el compromiso de modificar ciertos aspectos de la reforma fiscal comentada y, por lo mismo, resulta relevante revisar la probable composición la Cámara de Diputados para 2015-2018 (según datos del INE) para pronosticar si dichos cambios pudieran ocurrir.
Según datos del INE, el número de diputados del PRI en la próxima legislatura será de 203 escaños; PAN = 108; PRD = 56; Verde = 47; Morena = 35; Movimiento Ciudadano = 26; Nueva Alianza = 10; PT = 6; Encuentro Social = 8; y un diputado independiente; con lo cual, desde mi punto de vista, las normas fiscales vigentes, en lo general permanecerán estables durante los próximos tres años, ya que si bien se tendrá un nuevo equilibrio de fuerzas en la Cámara de Diputados, éste no resulta suficiente para superar a aquellas que en 2013 aprobaron la multicitada reforma, máxime que el Senado (cámara revisora en materia fiscal) permanecerá igual hasta el final del sexenio.
Más allá de analizar la pertinencia o no de modificar las normas fiscales vigentes, el que las reglas del juego permanezcan estables resulta positivo, pues le permite a los contribuyentes saber a qué atenerse y planear con confianza sus proyectos de inversión a futuro, máxime cuando:
• Existe el compromiso del Ejecutivo federal de no aumentar las tasas, no crear nuevos impuestos ni reducir los beneficios fiscales existentes.
• La propia SHCP ha manifestado que dicho acuerdo no implica que no estén abiertos a realizar una revisión de las adecuaciones que se pueden hacer al marco tributario para generar mayores incentivos al ahorro y la inversión.
Le recuerdo que si tiene alguna duda o problemática en materia fiscal federal en Prodecon lo podemos ayudar (www.prodecon.gob.mx); la Delegación en Torreón, Coahuila está para atenderlo en sus instalaciones en Av. Juárez s/n, segundo piso, edificio Palacio Federal; en la siguiente lada sin costo: 01 800 611 0190 ext. 5600; en el teléfono, 711 0238 y en el correo electrónico: delegacioncoahuila@prodecon.gob.mx
Nos leemos la próxima semana, @Pacoceb, Subprocurador de Protección de los Derechos de los Contribuyentes de Prodecon.
