Clave. El gran objetivo de Beltrones es la elección de 2018, año en que se elegirá al próximo presidente de México.
A partir de hoy, el sonorense Manlio Fabio Beltrones es oficialmente el presidente del PRI. Pudo serlo antes, en 1994, cuando en su casa de la colonia Florida, en la Ciudad de México, los gobernadores priistas tomaron la decisión de respaldar a Ernesto Zedillo como candidato presidencial de su partido, luego del asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas.
Beltrones gobernaba Sonora y rechazó la propuesta. "Estuvo en la mesa el planteamiento de que yo presidiera el PRI. Me negué porque me comprometí a ser el mejor gobernador de Sonora", dijo en una entrevista de 2011.
A punto de cumplir 63 años, el próximo 30 de agosto, por fin será el líder nacional de su partido y de nuevo un candidato natural a la Presidencia de la República.
"El 2018 todavía está muy lejano, pero no tanto como para no poder dar pensar en su nombre, junto con Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray", dice Luis Miguel Pérez Juárez, profesor investigador del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.
Con él coincide el periodista Esteban David Rodríguez, autor de los libros Los Dueños del Congreso, Derecho de Sangre y Caciques, Dinosaurios y Santones, quien lo califica como un político duro por su formación, trayectoria e influencias.
Pérez Juárez, sin embargo, advierte que nunca un dirigente nacional del PRI ha sido Presidente. Pero Rodríguez aclara que muchas reglas del pasado han quedado atrás, lo que abre posibilidades para Beltrones como aspirante presidencial.
Desde entonces, Beltrones ya hablaba de un grupo "muy compacto" y "una corriente específica" en el PRI, que advertía la necesidad "poner orden" en su partido, liderado en ese momento por Humberto Moreira, exgobernador de Coahuila. "El profesor Humberto Moreira está más que obligado a generar una discusión de para qué quiere el PRI ganar las elecciones y posteriormente ver con qué candidato o candidata vamos a ganar", aseguró el sonorense.
Ahora Beltrones tendrá esa oportunidad. Como presidente del PRI llevará el timón de su partido en los procesos electorales de 12 estados que renovarán gobernador.
"César Camacho ya superó el reto de la elección intermedia. Ahora Manlio tendrá que ser muy cuidadoso porque son elecciones importantes que irán consolidando la fuerza de su partido", dice Pérez Juárez.
LA ‘SANA DISTANCIA’
En los hechos, Beltrones es presidente del PRI desde hace una semana que se registró como candidato único. Ya prometió que será "muy cercano al Presidente", y adelantó: "Los tiempos de la sana distancia del partido del gobierno con el presidente quedaron muy atrás. La 'sana' distancia nos hizo perder", escribió en su cuenta de Twitter.
La frase tuvo el eco del sexenio de Zedillo, quien marcó la "distancia" entre el Presidente y su partido, desde su toma de protesta. "Como Presidente de la República, no intervendré, bajo ninguna forma, en los procesos ni en las decisiones que corresponden únicamente al partido que pertenezco", dijo en 1994.
"Parecía una frase bonita y alentadora, pero en el fondo es una abominación de la democracia", afirma Pérez Juárez.
"En todos los países democráticos y civilizados, el jefe de gobierno y el partido del cual emana están muy cercanos, muy unidos. Mejor es reconocer las cosas como son: el presidente es priista y tiene la maquinaria de un partido que puede ayudarlo. No es cinismo, sino real politk", asegura.
Con esa evocación del pasado, explica el investigador, "Beltrones además le da un pequeño jalón de orejas a la historia y le manda sus recuerdos a Zedillo, que verá cómo retorna el sistema de la cercanía".
La historia oficial
Hay una historia oficial de Manlio Fabio Beltrones. Una biografía que comienza el 30 de agosto de 1952, en Villa de Juárez, municipio de Etchojoa, en Sonora. Él mismo la cuenta en su libro La vida y la política, que presentó en 2011, todavía como presidente del Senado.
En estas memorias, Manlio Fabio habla de su infancia y adolescencia en Ciudad Obregón, de sus hermanos mayores Orestes y Alcides, y de dos figuras preponderantes en su vida: su abuela Elena -mujer yaqui que perdió un ojo al cortar leña- y su madre Beatriz, quien leía a sus hijos parábolas de la Biblia antes de dormir y eligió para ellos nombres griegos y romanos.
También recuerda a su Rómulo, que de niño acompañó al general Álvaro Obregón en la batalla de Celaya, durante la Revolución mexicana. "Cuentan que mi padre tuvo que desvestir a uno de los caídos para adoptar su vestimenta. Así tomó el rango de capitán del Ejército. Después, el general Obregón se lo ratificó por su lealtad y se lo llevó a Sonora para que fuera el jefe de las guardias rurales", narra Beltrones.
Su tesis de licenciatura que trató sobre la importancia de la agricultura en el desarrollo de México, está dedicada a aquel padre que prosperó como agricultor y quiso que su hijo siguiera el mismo camino.
Sin embargo, desde los diez años Beltrones había decidido que la política era los suyo. Sucedió el día que se topó con un mitin de Faustino Félix, prominente político sonorense que fue alcalde de Cajeme y más tarde gobernador de su estado.
"¿Qué hace ese señor?", le preguntó a sus papás. "Hace política, trata de ayudar a que las cosas cambien", le respondieron. "Pensé que yo también podría ayudar a los demás si participaba en política. Ahí fue cuando decidí lo que haría con mi vida. La política es mi vida", escribió en sus memorias.
Aquí la historia romántica.
LA VIEJA ESCUELA
Manlio Fabio Beltrones es "un impecable operador político, que florece y prospera en la política de puertas cerradas".
Esa fue la descripción que hizo de Beltrones el Departamento de Estado de Estados Unidos, según un cable filtrado por WikiLeaks en mayo de 2011 y publicado por el diario La Jornada.
Su carrera política avala esta descripción. Llegó al PRI en medio de la efervescencia política de 1968. Tenía 16 años y su militancia comenzó en el Movimiento de la Juventud Revolucionaria.
Estudiante siempre en escuelas públicas, Beltrones subió muy rápido los escalones de la política, al concluir su carrera de economía de la UNAM y pasar por la jefatura de Departamento de Delegaciones Distritales en el Distrito Federal.
"Beltrones acaba la universidad a los 22 años y a los 23 ya ocupa una dirección en el Registro Nacional de Electores, de la Secretaría de Gobernación", dice el periodista Esteban David Rodríguez.
En la Segob, a los 24 años, Beltrones se convierte en asistente de dos titulares, Jesús Reyes Heroles y su sucesor Enrique Olivares Santana.
En su libro La vida y la política, Beltrones dice de Gutiérrez Barrios: "De él aprendí el valor de la información para prevenir y resolver los problemas que se presentan".
Estos antecedentes revelan rasgos de la formación política de Beltrones, de los que poco se habla. "Es un político duro al estilo de la vieja escuela priista, en el sentido más estricto", dice Rodríguez. Por eso, su arribo a la dirigencia del partido tricolor la interpreta como "un endurecimiento del PRI mismo".
ACUSACIONES EN EU
Beltrones dejó la Secretaría de Gobernación para convertirse en presidente del PRI en Sonora y luego secretario de Gobierno en su estado. Pero en 1988, año en que el PRI atravesó la ruptura de la corriente democrática que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas, regresa a la Segob como subsecretario de Desarrollo Político, de nuevo bajo el mando de Gutiérrez Barrios, entonces titular de la dependencia.
Renunció a este cargo para convertirse en gobernador en Sonora, en el periodo 1991-1997. "Fue un gobernador exitoso", dice Pérez Juárez. Pero también cuestionado por el papel que desempeñaron él y su hermano durante el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio.
En 1994, Alcides Beltrones era director general del aeropuerto de Tijuana, y a su cargo tuvo el recibimiento de Colosio. De Manlio Fabio se dice que interrogó a Mario Aburto, acusado como asesino material del candidato, a petición del presidente Salinas, de acuerdo con testimonios periodísticos.
"Se dijo, presuntamente a partir de la declaración ministerial de Aburto, que lo había sacado de la delegación de la PGR para hacerlo confesar en una casa en la playa. Beltrones nunca lo ha negado, pero todo ha sido a manera de filtración", dice Rodríguez.
Al final de su período de gobierno el periódico The New York Times lo vinculó con el narcotraficante Amado Carillo Fuentes, conocido como El Señor de los Cielos, junto con el gobernador de Morelos, Jorge Carillo Olea y Raúl Salinas de Gortari, el "hermano incómodo" del expresidente Carlos Salinas.
El reportaje de Sam Dillon y Craig Pyes, construido a partir de fuentes no reveladas, aseguraba que Beltrones había asistido a tres reuniones entre 1990 y 1993 en un rancho donde los narcotraficantes le daban maletas repletas de dinero a Raúl Salinas.
Raúl Salinas cayó en la cárcel, pero las acusaciones contra Beltrones nunca trascendieron. En su defensa incluso tuvo como aliados y asesores a los juristas Diego Valadés y Miguel Carbonell; el extitular de la PGR y de Gobernación, Jorge Carpizo, y políticos como Emilio Gamboa Patrón, Cuauhtémoc Cárdenas y Diego Fernández de Cevallos.
"Incluso lo exonera -por decirlo de algún modo- el propio gobierno de Estados Unidos que reconoce su combate al narco como gobernador", dice Esteban David Rodríguez.
El hecho es que frente a cada acusación en su contra, sigue el periodista, Beltrones consigue "la exoneración pública". Sin embargo, luego de su período como gobernador, Zedillo lo dejó fuera de la arena política hasta el año 2000 en que se convierte en diputado federal y presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Desde allí protagonizó una fuerte oposición al gobierno de Vicente Fox, con quien no se dirigía ni la palabra en los actos protocolarios, de acuerdo con testimonios de diputados priistas y de oposición.
2018, EL OBJETIVO
A partir de su regreso a la política, Beltrones ha transitado como diputado federal, senador y líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) del PRI, convirtiéndose en uno de los más destacados priistas.
De hecho, si se suman los años que Manlio ha ocupado una curul, más el período que cumplirá su hija en la Cámara de Diputados y los de su yerno Pablo Escudero como diputado por el PVEM, la égida de Beltrones se extiende por un período de 30 años en el Congreso, afirma Rodríguez.
"Es un animal político de lo más avezado que tenemos en la vida pública de México", afirma Luis Miguel Pérez Juárez, del Tec de Monterrey, quien lo identifica como una pieza clave en estos casi tres años de gobierno de Peña Nieto, al empujar desde San Lázaro 13 reformas estructurales del gobierno federal.
"Termina un mandato en el que ha sido extremadamente útil para el sistema y era obvio que no podían dejar pasar su enorme experiencia", dice el investigador.
Pérez Juárez considera que el sonorense aportará unidad y fortaleza al PRI. "Él concita los intereses de muchos grupos que reconocen su trayectoria y será un buen negociador con los grupos internos del PRI, con las bases a veces maltratadas por la cúpula que las utiliza en tiempos electorales, pero que a él lo reconocen como un priista nato, leal a su partido y con convicciones muy ortodoxas de qué es y cómo debe funcionar".
Pero su objetivo será sin duda la elección de 2018, para lograr la ratificación de su partido en el gobierno y con ello el aval al gobierno de Peña Nieto, explica el investigador.