Robo. El expresidente Otto Pérez Molina asegura que no pertenece a la red de corrupción descubierta.
La fiscalía guatemalteca presentó en audiencia evidencias de la supuesta participación del expresidente Otto Pérez Molina en la red de corrupción "La Línea", lo que el exmandatario negó.
"La Línea" era una estructura integrada por exfuncionarios y particulares que recibían sobornos de empresarios para ayudarles a evadir impuestos.
La fiscalía presentó escuchas telefónicas, documentos y fotografías de la supuesta relación de Pérez Molina con varios miembros de la red.
El audio más notable de la jornada, que se escuchó en dos ocasiones, fue una llamada telefónica donde la exvicepresidenta Roxana Baldetti habla con Salvador Estuardo González, supuesto financiero de la organización, que según la fiscalía prueba que ambos tenían una relación de jerarquía y en la que estos hablan de "números" y "pagos" supuestamente del presidente.
BALDETTI Y GONZÁLEZ ESTÁN EN PRISIÓN
La fiscalía presentó además una fotografía de Pérez Molina y González para reafirmar la relación.
El juez Miguel Ángel Gálvez concluyó la audiencia y dijo que se reanudará el martes, cuando emitirá un fallo sobre si se procesa o no al expresidente, que permanecerá en custodia en una prisión civil, ubicada dentro del cuartel militar de Matamoros en la capital.
La fiscalía trató de sustentar ante el juez que Pérez Molina conocía de las actividades de "La Línea". En dos días de audiencia presentó 77 escuchas telefónicas de más de cinco horas de grabación, y documentos encontrados en allanamientos a diversas oficinas de los supuestos integrantes de la red en los cuales se detallaban cómo se repartían los sobornos recibidos.
"Lo primero que quiero negar: no pertenezco a 'la Línea''', dijo el exmandatario de 64 años cuando prestó declaración.
"No reconozco sino niego lo que empezó a decir el representante del Ministerio Público", afirmó.
"Yo, señor juez, no voy a poner mi dignidad, mi trabajo, ni el esfuerzo que he hecho por Guatemala por 800,000 dólares", expresó en alusión a las cifras que presentó la fiscalía y que presuntamente habría recibido como sobornos.
Sin embargo, la fiscalía pidió al juez su procesamiento judicial por los delitos asociación ilícita y cohecho pasivo en el caso de defraudación aduanera.
Es "por la posible comisión de estos hechos delictivos", dijo el fiscal José Antonio Morales. La Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (CICIG) se unió a la petición de la fiscalía.
Las acusaciones son tres "conocer la organización, colaborar para que la organización funcionara y haber recibido un porcentaje de lo que recibían", dijo el fiscal.
El abogado defensor César Calderón afirmó que la fiscalía hasta el momento no ha probado que su defendido tenga responsabilidad de nada. "Me quedé esperando el plato fuerte... de la investigación que están haciendo" dijo.
SOBRE JOAQUÍN GUZMÁN
Dijo que "En la década de 1990 dirigí una operación para capturar al narcotraficante más importante del mundo, Joaquín "El Chapo" Guzmán", recordó el exmandatario, quien tomó posesión en enero de 2012 como el presidente 48 en la historia de Guatemala.
"Lo traigo a colación, señor juez, porque ya se imagina usted lo que hizo 'El Chapo' y su gente cuando lo capturamos", añadió el militar retirado.
Pérez Molina continuó su defensa, que se extendió durante alrededor de 45 minutos, y advirtió que el narcotraficante mexicano intentó sobornarlo.
"El ofrecimiento de 'El Chapo' era diez veces más de lo que me acusa el MP y la CICIG de haberme apoderado. Según sus suposiciones, me hubieran tocado 800,000 dólares en "La Línea". No pondría mi dignidad por esa cifra ni por ninguna", subrayó. El magistrado Miguel Ángel Gálvez, a cargo del juzgado, escuchaba con atención mientras realizaba apuntes, y no perdió la compostura ni cuando el abogado de Pérez Molina, César Calderón, lo acusó a gritos de estar predispuesto a condenar al exmandatario. Según el fiscal Morales, el expresidente era conocido en la red como "1'', y la exvicepresidente Baldetti, como "2''.
El fiscal afirmó que "la estructura, por abajo del 1 y 2, recibía el 50 por ciento; y el 1 y la 2 recibían el otro 50 por ciento" de los sobornos.
Pérez Molina dijo que pasó la noche incómodo y que alcanzó a dormir poco. "Ninguna cárcel es buena", dijo sobre la noche en una prisión civil, ubicada dentro del cuartel militar de Matamoros. "Espero que el juez me dé una medida sustitutiva", dijo en alusión a una alternativa diferente a la prisión, que según las leyes guatemaltecas, puede ser el pago de fianza o arresto domiciliario, entre otras.
Pérez Molina, quien asiste a la audiencia vestido de traje formal azul, camisa celeste y corbata a rayas, agregó a su defensa al abogado Moises Galindo.
"Personalmente me siento muy triste, no sólo por eso sino por todo lo que me está tocando vivir en este momento", manifestó.
La fiscalía y la CICIG anunciaron en abril la desarticulación de la presunta organización criminal integrada por funcionarios públicos aduaneros y particulares para evadir impuestos y que estaba supuestamente dirigida por Juan Carlos Monzón Rojas, exsecretario privado de la exvicepresidenta.