Los líderes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia procedieron a elaborar un documento final en la cumbre para lograr la paz en Ucrania. (AGENCIAS)
Quince horas de negociaciones entre los líderes de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia consiguieron lo que parecía ya casi imposible, un acuerdo de paz para el este de Ucrania que ponga fin a diez meses de hostilidades que amenazan la estabilidad de toda Europa.
No obstante, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió ayer "extrema cautela" con respecto al nuevo pacto de alto al fuego firmado por Ucrania y Rusia la madrugada de ayer en Minsk, capital de Bielorrusia.
El presidente ruso, Vladímir Putin, informó ayer ante la prensa congregada en el Palacio de la Independencia de la capital bielorrusa que se había acordado un alto el fuego en el este de Ucrania a partir del próximo domingo.
"Hemos llegado a un acuerdo sobre lo importante", dijo Putin, que detalló que la tregua debe entrar en vigor a las 00.00 horas del 15 de febrero hora ucraniana.
También el presidente francés, François Hollande, dijo a un grupo de periodistas que se había alcanzado un arreglo político para ese conflicto que ya se ha cobrado casi 6,000 víctimas, y consideró que el acuerdo "ha sido un alivio para Europa y una esperanza para Ucrania".
Petró Poroshenko, presidente de Ucrania, quien apareció siempre arropado por Merkel y Hollande, no ocultó la dureza del encuentro al señalar que "no fue nada fácil" consensuar el acuerdo.
"De hecho, se nos plantearon todo tipo condiciones inaceptables: concesiones, retiradas", dijo el líder ucraniano a la prensa.
Tusk, líder del Consejo Europeo, declaró que "el acuerdo es bienvenido y ofrece esperanza (...) pero no basta. La verdadera prueba es el respeto del alto al fuego sobre el terreno".
