El resultado preliminar de la jornada electoral de ayer daba al PRI y sus partidos afines la ventaja en la mayoría de los 300 distritos electorales en disputa. Con ello el partido del presidente Enrique Peña Nieto mantendrá el control de la Cámara de Diputados a pesar de la ola de descontento social que ha marcado parte de su mandato. Este hecho supone un respiro para el PRI y plantea retos para la oposición y para el árbitro electoral, que fue muy cuestionado por su posición frente al Partido Verde, que iba en coalición con el tricolor.
De acuerdo con las proyecciones del Instituto Nacional Electoral (INE), el partido en el poder ejecutivo federal contaría con la mayoría relativa, con la posibilidad de contar hasta con 203 diputados, ya sumando las curules de representación proporcional. La expectativa es que el Verde tenga entre 41 y 48 escaños y Nueva Alianza entre 9 y 12, con lo cual el Revolucionario Institucional podría imponer junto con sus aliados su agenda en la próxima legislatura.
Entre los grandes asuntos pendientes con los que tendrá que lidiar el PRI y el presidente Peña Nieto se encuentran la aplicación de las Reformas Educativa y Energética, que aún enfrentan cuestionamientos y oposición y en las que no quedan claros los alcances. Por otro lado, la Reforma Fiscal parece haberse agotado y frente al panorama de incertidumbre económica que existe por la volatilidad del dólar y la caída de los precios del petróleo es posible que el tricolor impulse ahora sí la medida del IVA generalizado, la cual se plantea como un verdadero desafío en medio del clima de inconformidad social que existe en amplios sectores de la sociedad mexicana.
Respecto al INE, la actitud retadora asumida por el Verde previo y durante la jornada electoral, con mensajes abiertos de invitación al voto por ese partido en plena veda, pone en entredicho su capacidad como árbitro. Desde el inicio del proceso se habló que estos comicios serían una prueba de fuego para el instituto y por lo observado no salió bien librado de ella. Seguramente vendrán discusiones sobre los nuevos ajustes que se tienen que hacer a las leyes electorales.
En cuanto a la oposición, destaca la división cada vez mayor que existe en la izquierda marcada ahora por el debut de Morena en las contiendas electorales, partido que podría contar hasta con 40 diputaciones en la próxima legislatura. Por su parte, el PAN mantendría su nivel de presencia sin lograr repuntar en las preferencias del electorado.
En los estados, llama la atención el triunfo de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien siendo candidato independiente hizo historia y terminó con el tradicional bipartidismo en Nuevo León, además de que se posiciona como posible presidenciable para 2018, aunque falta ver su desempeño en el gobierno de esa entidad.
Por último, la participación ciudadana en la elección apunta a ser la más alta desde 1997 para una elección intermedia, aunque sigue por debajo de países considerados democráticos. Las manifestaciones a favor del voto nulo hablan también del hartazgo que existe entre un sector de la sociedad hacia la llamada clase política, situación que sin duda prende focos rojos en un país que no ha logrado consolidar su democracia.