No voy a hablar del 0-2 con el que México cayó ante Brasil, el futbol queda de largo cuando los que participan en él le faltan al respeto a su gente. Lamentable la manera en que el director técnico de nuestra selección sirvió de alcahuete a la campaña sucia de un partido político impresentable, no fue el único, fue uno más de una oleada de tuits mandados por artistas, cantantes y personajes de nuestro deporte que sin importarles su dignidad se vendieron por unos pesos para intentar influenciar en el voto de los mexicanos. Por eso fue un día negro, uno que quisiera que no se repitiera jamás, uno en el que me dolió ser parte de esta sociedad que se pudre sin remedio.
La Selección mexicana de futbol ha jugado en poco tiempo dos veces en Chiapas, la tierra que gobierna el troglodita de Manuel Velasco, carta fuerte del PVEM y del PRI para la grande en el 2018, un mamarracho robotizado que aprendió muy bien que con publicidad adelantada a los tiempos oficiales se puede llegar a la Presidencia, a este personaje le ha funcionado muy bien llevar al Tri a su tierra y no conforme con eso ahora compra a su director técnico y le paga para escribir idioteces en sus redes sociales, lo triste de todo esto no sólo es ver cómo se inventan nuevos políticos a base de pura publicidad y televisión, sino que personajes de influencia le entren a fomentar ilegalidades, eso me hace perder esperanzas, me provoca asco y coraje.
Escribiendo esta columna me entero que El Bronco ha ganado en Nuevo León. Sé que no es el candidato independiente que muchos soñamos pero llega sin partido, es un gran paso dado, abramos nuestra mente, los partidos políticos tienen secuestrado al país y por lo que vimos en este día negro, están dispuestos a hacer lo que sea para quedarse con tanta prebenda y privilegios que se pagan con nuestro dinero. Ya basta, señoras y señores, o reaccionamos ya o nos van a dejar sin nada.
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