Jugar finales no es para todos y menos si se cierra sin ventaja, de visitante y en el Monumental de Núñez. El futbol mexicano se sigue quedando cerca o muy lejos, según como se quiera ver. En esta edición de Copa Libertadores por tercera vez un equipo de nuestra Liga Mx llega a la final, como en las dos veces anteriores no se supo hacer un buen partido en la ida y se llegó sin ventaja a buscar una hazaña a territorio realmente hostil, Cruz Azul estuvo cerca pero fracasó en los tiros de penalti, Chivas se derrumbó en el segundo tiempo ante un Inter que en su cancha fue un vendaval y terminó perdiendo claramente un partido que inició ganando, ahora los Tigres del Tuca y que algunos llaman galácticos, ni siquiera metieron las manos, salieron a jugar una fecha de su torneo regular y no una final, no metieron lo que hay que meter en esos encuentros en donde sólo un iluso podía pensar que los jugadores de River iban a regalar algo.
El cuadro mexicano sucumbió desde el inicio ante la rudeza propia de una final de Libertadores, quien se sorprenda es porque nunca vio una antes, contra eso también hay que jugar y si no se está preparado pasa lo que ayer le pasó a los Tigres. El pasmo no fue exclusivo de los jugadores felinos, también su técnico lo mostraba, fue ridículo que perdiendo 1-0 tu primer cambio haya sido al minuto 64 y de contención por contención, a Ferretti le vuelve a quedar grande el escenario, el rival y hasta su propio plantel, en su anterior final contra el América la verdad colectiva que compró su afición de un arbitraje comprado, le ayudó a salir bien librado de su falta de ambición, hoy aún cuando sí se está señalando como culpable, se está preparando una bienvenida como si hubieran ganado la Copa, qué cosas.
Muy poco de Gignac, nada de Sobis, Damm quizá fue de lo mejor, pésimo partido de Aquino y de Torres Nilo, Arévalo y Juninho cumpliendo como siempre pero la Palmera enseñando por qué es un eterno suplente, Guerrón el que enseñó saber jugar en el Monumental en fase de grupos entró hasta el 80, Damián Álvarez, un ex River que hubiera preocupado por su buen partido de ida ni siquiera jugó. Me quiero imaginar qué pasa por la cabeza del Tuca para nunca intentar ser más agresivo y no lo logro, cómo pudo imaginar que Dueñas por Arévalo iba a cambiar algo, es increíble pero pasó ayer y pasa siempre, es un técnico al que si no le sale su planteamiento inicial, no es capaz de corregir y reaccionar, un técnico nunca será el único culpable ni de derrotas ni de victorias pero cuando ves a tus jugadores principales en una mala noche necesitas reaccionar antes de que sea tarde y ayer al Tuca se le hizo tarde, cuando metió a Jofre ya perdía 2-0.
DESCUENTO: No se llegó a un acuerdo con Marcelo Bielsa, Tuca y Vucetich parece que son los siguientes en ser buscados.
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