Recuerdo que cuando era niño y hacía alguna tontería por la cual merecía un castigo, lo primero que me preguntaba mi Mamá era; ¿Por qué lo hiciste? Generalmente le contestaba; ¡Porque fulano también lo hizo! Mi Mamá, que siempre ha sido muy sabia me respondía; ¿Así que si fulano se tira al pozo de cabeza, tú vas y te tiras también?; por supuesto que mi respuesta era; NO.
La semana pasada nuestras autoridades, especialmente el alcalde Miguel Ángel Riquelme, fue noticia a nivel nacional, esta vez lo presentaron en el programa Punto de Partida que encabeza la periodista Denise Maerker y no precisamente por las grandes obras que ha realizado en nuestra ciudad, tampoco por haber cumplido con la promesa de reducir un 25% la nómina municipal y mucho menos por haber rescatado los más de 500 millones de pesos que el estado nos debe por concepto de ISN correspondientes a los años 2013, 2014 y 2015.
El motivo por el cual el alcalde apareció a nivel nacional no deja bien parada a su administración ni a su persona y pone en evidencia, una vez más, la manera prepotente y abusiva de su proceder. A 700 empleados de confianza del municipio, se les obligó a firmar un convenio para que por nómina se les hiciera una rebaja del 3.5% de su salario mensual para aportaciones que el tesorero Enrique Mota, transfería al PRI estatal y a la Fundación Colosio, sin ser éstos, miembros o simpatizantes del PRI. El argumento que el alcalde utilizó para forzar a 700 empleados a "donar" un porcentaje de su salario, fue que éstos, tenían trabajo gracias al partido (¿?), en otras palabras, o lo donas, o te quedas sin chamba.
La respuesta del alcalde a la pregunta del reportero Raymundo Pérez Arellano del por qué de esta práctica, me recuerda la respuesta que yo le daba a mi Mamá cuando era niño; "Es algo muy común que se viene haciendo en las pasadas administraciones". Estoy seguro que si alguien le preguntara; ¿Si el gobernador te dice que te tires de cabeza al pozo lo harías? Él, sin dudar diría; SÍ.
Ciro Murayama, Consejero del INE afirmó en este reportaje, que hacer este tipo de retenciones y transferencias está prohibido por la Ley. Mientras tanto, el alcalde afirmaba que; "es un hecho que este proceder, no tiene nada de ilegal". Yo le pregunto al alcalde ¿Si no tiene nada de ilegal, entonces porque el INE le ordenó que dejara de hacerlo? ¿Desconocimiento, prepotencia, cinismo o una combinación de las tres?
Sólo para tener una idea, la suma del 3.5% que les han descontado a estos empleados municipales no adscritos al PRI, asciende a 4200,000.00 de pesos al año.
Pero aquí no acaba todo, el PRI NECESITA a toda costa de estos recursos para poder mantener funcionando su obsoleta maquinaria de compra de voluntades, por lo cual, recurrieron al plan "B", obligando a estos 700 empleados a hacer depósitos "voluntarios" directamente en el banco y a entregar a sus superiores la ficha con la cual se comprueba su "aportación a la causa".
Es necesario recordarle al alcalde que los empleados municipales son EMPLEADOS MUNICIPALES, no le pertenecen a ningún partido y mucho menos al alcalde en turno, también es necesario que estos 700 trabajadores afectados den la cara, se unan y exijan la restitución de su dinero, en el entendido, de que sólo unidos y denunciando abiertamente este proceder, podrán contribuir a generar el cambio que todos buscamos.
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