La frase, en sí misma, es un insulto a la inteligencia de los coahuilenses que con seguridad nada le importan; sólo eso faltaba para tener claro de qué se trata. Claro que no podía ser de otra manera; todo preparado porque las leyes se establecieron para poder hacerlo: un escenario a modo, un evento a modo, y una complicidad también a modo. Bien se dice que el capital no tiene nacionalidad y en este caso con esas complicidades, es huérfano, no tiene madre. La ganancia por encima de todo, la usura, y con ello, intentando tapar con verborrea el enorme agujero que nos hacen a los coahuilenses en nuestros bolsillos y en nuestras aspiraciones a mejorar la calidad de vida que debiera promover el Gobierno del estado para todos nosotros. Al igual que otros estados como Veracruz, Chihuahua, Nuevo León, Jalisco, Estado de México y los que vayan surgiendo, la negación de la oportunidad del desarrollo se mantiene como una constante en 2 vergonzosas líneas, la del Gobierno por abuso y la de la sociedad por permiso, confort y auto abandono. La historia que cuento es la siguiente: en la entrega de becas del Programa Integración y Adelante "Por los que se quedan", acto encabezado por el gobernador Rubén Moreira en el palacio de gobierno en la ciudad de Saltillo, Luis Robles Miaja, Presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer y Presidente de la Asociación de Bancos de México, dijo que "los días de la deuda han quedado atrás" (El Siglo de Torreón, 4 de septiembre de 2015, página 8A). Claro es que como beneficiario permanente del pago que el Gobierno hace para abonarle a la enorme deuda que tiene, no podría decir otra cosa, ya que tiene la calidad de beneficiario de nuestros impuestos que se hace mayor cuando el gobierno se ve obligado a negociar los pagos por períodos mayores a los originalmente pactados. Esto conviene a los bancos porque siempre tienen la garantía de los pagos por el servicio, que es la ganancia más fácil, a través de las participaciones federales, que es una gran bolsa que forma el Gobierno con la variedad de ingresos que recibe cada año (todo tipo de impuestos) por servicios y venta de bienes; así es comprensible el llamado de Robles Miaja. En Coahuila, la primera reestructuración que no es otra cosa que negociar más tiempo para pagar, nos costó 7,200 millones de pesos; por ello los bancos son gustosos de negociar reestructuraciones y claro, no faltaba más - sigue la nota citada- afirma el presidente de BBVA Bancomer " reconocer la labor que ha venido haciendo el gobierno en el manejo de las finanzas públicas" y que "confía plenamente en el gobierno de Coahuila", y remata al afirmar que "hay una confianza absoluta en el estado, en su gente, en su capacidad y sobre todo en su gobierno". De la complicidad saltamos al cinismo que no sólo es característica de la élite política que tenemos, sino también de la financiera al intentar dibujar y perfilar el sistema bancario y financiero del país. Si partimos de estas complicidades, la visión se extiende más allá de la relación que relatamos; estamos hablando de una complicidad sistémica en la que concurren servidores públicos, dirigentes bancarios, leyes y reglamentos a modo, legisladores y ejecutivos de primer nivel en todo el gobierno, procesos y procedimientos legales para esquilmar los bolsillos de todos los mexicanos. Estos son hechos que retratan una realidad desconocida por la mayoría de los ciudadanos, y por ello PC 29 los invita a interesarse y documentarse para conformar una estructura social participativa efectiva y más amplia; poner nuestro granito de arena, y al menos buscar enterarnos qué pasa con los recursos, nuestros recursos, que el gobierno tiene la facultad y la responsabilidad de manejar, amable lector. En PC 29 la deuda de Coahuila no es un asunto del pasado; es un asunto del presente y futuro de nuestras familias. ¡No lo olvidemos!
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