Una de las características del sistema de gobierno en México, es que quien llega al poder público en cualquiera de sus niveles: federal, estatal, municipal, o en cualquiera de los poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, por ese sólo hecho y en automático, llega con todo el conocimiento y habilidades que el cargo a desempeñar requiere y exige; sus atributos van desde el conocerlo todo, hasta la máxima inteligencia para decidir, es infalible en sus decisiones, tiene la visión exacta de las cosas y de los problemas, y la solución correcta de los mismos; en pocas palabras, sólo él sabe cómo hacerlo y cómo conducir al Gobierno y como lo dice en el relato de uno de los corridos de la revolución el extraordinario Ignacio López Tarso: "el supremo gobierno no se equivoca nunca", trátese del tema, asunto o problema de que se trate, todo lo sabe y puede hacer. Pero además, este modelito se traslada a los subordinados inmediatos; es decir, su equipo de confianza, quienes no requieren de experiencia o preparación para desempeñar cualquier cargo que se les encomiende: igual puede ser titular de administración de bienes y servicios públicos que director del Sistema Municipal de Agua Potable, diputado que subsecretario de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, gobernador que secretario de Agricultura, dirigente de colonias que regidor, presidente del órgano de transparencia, que consejero electoral; en fin, la gracia deriva de esa confianza que resulta de la cercanía para ocupar un cargo público que en automático, al momento de ocuparlo, la capacidad llega de la misma manera. En esta vieja y socorrida práctica podemos encontrar algunas de las principales causas que representa un gobierno ineficiente, donde incluso quienes forman parte de ese grupo de confianza, pueden servir igual "para un roto que para un descocido" y donde nos es muy caro el permanente costo de aprendizaje. Pero no sólo es el que pueda servir para todo quien ocupa un cargo público, sino que también puede desempeñar varias tareas al mismo tiempo, casi como el malabarista que vemos en el crucero de calles que puede lanzar bolos al aire y que unos aros den vuelta en sus brazos y piernas. Ejemplos tenemos varios: los alcaldes de las ciudades de Durango y Torreón que al mismo tiempo de ocupar el cargo referido, son coordinadores regionales de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM) que agrupan a alcaldes de su partido, el PRI (lo mismo sucede con el PRD y con el PAN), y no tienen empacho alguno de dejar encargada su obligación o tirada su responsabilidad por andar en estos menesteres; y por si esto fuera poco, claro que se deben aprovechar esos conocimientos y capacidades. La semana anterior, Esteban Villegas y Miguel Ángel Riquelme, alcaldes de Durango y Torreón, en la Asamblea General Ordinaria de la Conferencia Nacional de Seguridad Pública presidida por la Secretaría de Gobernación, recibieron sendos encargos. El primero como presidente nacional de esa conferencia, y el segundo, como coordinador regional de la Zona Noreste. Sabemos que el propósito central no es que atiendan estos encargos, sino que los usen como justificación para promocionarse en sus respectivos estados y más allá, ya que ambos quieren ser gobernadores de Durango y Coahuila, respectivamente. Pero eso no es todo, tal parece que estos nuevos juguetitos les dan nuevos bríos para demostrar ese amplio conocimiento y capacidad que deriva del cargo, principalmente al alcalde Miguel Ángel Riquelme, quien con toda esa sapiencia acumulada vuelve a las andadas: el teleférico. En PC 29 como ya lo habíamos externado, no estamos de acuerdo con esta pretendida inversión, y desde este espacio le reclamamos otra vez que haga del conocimiento de todos los habitantes de Torreón el proyecto ejecutivo, la empresa o dependencia que lo elaboró, el origen del presupuesto, los estudios de impacto ambiental y sobre todo la proyección de atracción turística que nos permita saber cuáles serán los beneficios; alguna corrida financiera debe existir y debemos conocer para quitarnos la idea de que tal proyecto no es una ocurrencia más. Amable lector, tu interés por conocer a qué dedica su tiempo nuestra máxima autoridad en el municipio y los datos duros relacionados con el teleférico, son importantes para PC 29; involúcrate, participa, entérate y defiende el buen uso de tus impuestos.
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