El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió en la Casa Blanca con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto. (EFE)
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, aplaudió la decisión de su homólogo estadounidense, Barack Obama, de regularizar a millones de indocumentados; mientras que Obama manifestó su preocupación por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
En la reunión que sostuvieron ayer los dos mandatarios en la Casa Blanca, Peña Nieto calificó de "audaz" y de "acto de justicia" la decisión que anunció Obama en noviembre para regularizar temporalmente a unos cinco millones de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos, muchos de ellos mexicanos.
También felicitó al presidente estadounidense por la iniciativa "audaz" de normalizar las relaciones con La Habana y aseguró que México "será un incansable promotor de la buena vecindad".
Por su parte, Barack Obama, en el mensaje que ambos mandatarios ofrecieron al mediodía de ayer luego de su reunión privada, dijo: "hemos seguido con preocupación los eventos trágicos que atañen a los estudiantes, entristece que se hayan perdido esas vidas".
Y agregó que "el presidente Peña Nieto me describió el programa de reformas que inició alrededor de estos hechos. Queremos recalcar nuestro compromiso de ser amigos de México en estos esfuerzos para eliminar el azote de la violencia y los cárteles de la droga, que son responsables de esas tragedias".
Peña agradeció la disposición de Obama. "En este tema de la seguridad ha habido colaboración, ha habido intercambio de información y de apoyo logístico para hacer nuestra labor; sin embargo, ha habido aquí un claro ofrecimiento para seguir apoyando y respaldando estas acciones, que nos permitan ser mucho más contundentes y eficaces", externó.
El presidente mexicano no precisó si aceptaría el ofrecimiento de ayuda.