Estaciones de servicio con irregularidades. (El Universal)
Las empresas que exhibieron más irregularidades en las verificaciones que efectuó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) durante 2014, tienen un largo historial de anomalías, y pese a ello siguen funcionando.
Las empresas con más anomalías en la venta de gasolina y diesel fueron Servicio Garman Querétaro SA de CV, Petromax SA de CV, Gasolinera Lam SA de CV, Gasbo SA de CV, ESGES SA de CV y la estación perteneciente a la persona física David de Anda Chávez. Algunas de ellas, además de seguir en activo, han sido proveedoras de gobiernos municipales, estatales e incluso del Ejecutivo federal.
En la estación de Servicio Garman Querétaro -localizada en la autopista México-Querétaro Km. 193- la autoridad detectó fallas en los años 2005, 2009 y 2010, lo que derivó en la inmovilización de nueve mangueras. Entre las anomalías destacan los errores de repetibilidad, es decir, la inestabilidad de las bombas despachadoras al efectuar diferentes mediciones de combustible por la misma cantidad pagada.
En todos los operativos hechos en las estaciones de la empresa Petromax SA de CV, entre 2006 y 2010, la autoridad detectó al menos una irregularidad grave que ameritó la inmovilización de mangueras como medida precautoria. En total, Profeco revisó 20 gasolineras en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
Lo mismo sucedió con dos estaciones de servicio pertenecientes a Gasolinera Lam SA de CV, cuyas bombas despachadoras fueron inmovilizadas en repetidas ocasiones entre 2005 y 2010 por hallar fallas graves, principalmente en la entrega de litros incompletos de combustible.
En aquel entonces, la normatividad (NOM-005) para identificar a las gasolineras que despachaban litros incompletos era más laxa que la actual. Antes se consideraba que una estación no entregaba litros de a litro si en la verificación de las mangueras existía un faltante de 300 mililitros por cada muestra de 20 litros, mientras que ahora el margen de error permitido es de sólo 100 mililitros.
Pese a ello, la Profeco llegó a paralizar hasta ocho bombas en la estación ubicada en avenida Emiliano Zapata No. 198, colonia 25 de Julio, en la delegación Gustavo A. Madero del Distrito Federal. Con la nueva normatividad, el número de mangueras inmovilizadas ascendió a 32 en la última revisión hecha en 2014.
Otra estación perteneciente a Gasolinera Lam, con un historial importante de irregularidades, es la que se localiza en avenida Solidaridad No. 186, colonia Unión de Guadalupe, en el municipio de Chalco, Estado de México. De ocho inspecciones efectuadas entre 2005 y 2010, en tres se detectaron diversas fallas.
La gasolinera propiedad de David de Anda Chávez también ha estado en la mira de la Profeco. De cinco visitas hechas por la autoridad en 2007, en una el responsable de la estación de servicio se negó a la verificación y en dos más se encontraron tantas irregularidades que se procedió a inmovilizar todas las mangueras.
Las estaciones del corporativo ESGES SA de CV (Grupo Energético del Sureste) también han exhibido reiteradamente distintas anomalías.
El gobierno también les compra En 2008, Profeco inmovilizó tres mangueras de una de sus sucursales en Minatitlán, Veracruz, por despachar litros incompletos. Dos años después fue nuevamente sancionada por fugas.
Algunas de estas empresas han sido contratadas incluso por las autoridades federales.
La empresa GES, propiedad de la familia de Juan Camilo Mouriño Terrazo (qepd) y señalada en su momento de ser beneficiada con importantes contratos por parte del gobierno federal cuando éste era secretario de Gobernación en la administración calderonista, es una de ellas.
En el portal de obligaciones de transparencia del Ejecutivo federal arrojó 120 contratos otorgados a dicha empresa entre 2006 y 2014, por un total de 58 millones 543 mil 201 pesos.
El contrato más reciente se lo otorgó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) el 4 de abril de 2014, por un monto de 10 millones de pesos. ESGES lo ganó por licitación pública nacional, se informó.
Construyen estación colindante a un manglar
Vecinos del residencial Pok Ta Pok, ubicado en la zona hotelera de Cancún, se oponen a la construcción de una gasolinera que, presuntamente, violenta las restricciones existentes en el Reglamento de Construcción, vigente en el municipio, al edificarse a escasos metros de una zona habitacional, sin contar con su cercanía a la zona de humedales del Sistema Lagunar Nichupté.
La gasolinera, localizada en la Manzana 45, Lote 01, en el bulevar Kukulcán, a la altura del kilómetro 8, se encuentra a un costado de la Plaza Quetzal, a 100 metros de distancia de un hotel -el Presidente Intercontinental-; colinda con residencias detrás suyo, está cerca del fraccionamiento Pok Ta Pok, y a 20 metros de una zona de manglares del principal cuerpo lagunar de este centro vacacional.
Identificada como "Estación de Servicio Maraveg", la gasolinera es propiedad de Ricardo Vega, del Corporativo Mexicano de Gasolineras (CorpoGas), uno de los grupos más poderosos de la industria gasolinera en México.
El inmueble cuenta con una licencia de construcción para remodelación y ampliación, pero habitantes del fraccionamiento señalaron que se trata de una obra nueva, que aparentemente no cuenta con autorización de impacto ambiental.
Otro dato inquietante -denunciaron habitantes de Pok Ta Pok- es que dicha licencia, con clave CAN-1259, está vencida.
La vigencia del permiso de construcción -se lee en la copia colocada afuera de las obras- es del 19 de julio de 2013 al 19 de enero de 2015, lo que implica que la licencia ya caducó, pero los trabajos se siguen desarrollando, lo cual se constató en una visita hecha al sitio.
De existir una renovación de ese permiso, éste no se colocó afuera de donde albañiles y maquinaria pesada realizan las obras, lo cual resulta también una anomalía, pues la licencia expuesta es la vencida.
Una vista aérea en la zona permite tener una mejor perspectiva de lo que rodea la próxima estación de servicio, que mantiene preocupados a los habitantes del lugar, ante las implicaciones que podría tener un derrame u otro tipo de accidente.
Se observa también que se han hecho perforaciones que pudieron haber llegado ya al manto freático, lo que pone en riesgo de contaminación directa al acuífero subterráneo, sistema de afluentes que se comunican con el mar.
Los habitantes de la zona residencial que colinda con las obras, señalan que la gasolinera no es necesaria, debido a que a ocho kilómetros se encuentra una estación de servicio.
"Muchas familias habitamos en la calle Quetzal. La instalación viola la reglamentación municipal, estatal y federal; tampoco cumple los requisitos de Pemex; carece de autorización de la Semarnat; la vialidad es insuficiente actualmente, peor será con el tránsito de la gasolinera, en la calle Queztal. Es una verdadera arbitrariedad", indica un habitante del área habitacional en donde se desarrollan los trabajos.