El Pentágono aseguró hoy que continuará sus operaciones antiterroristas en Yemen "unilateralmente", pese a la caída del Gobierno aliado de Washington en Saná y la toma de control por parte de los rebeldes hutíes, cercanos a Irán.
El portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, aseguró hoy que, pese al caos en el país con el derrocamiento del Gobierno de Abdo Rabu Mansur Hadi y la llegada al poder de los rebelde chiíes de Abdelmalek al Huti, las operaciones militares estadounidenses en el país continuarán.
"No voy a negar que hacen falta ajustes (en la estrategia antiterrorista). En este momento, seguimos realizando entrenamientos (de las fuerzas de seguridad yemeníes) y continuaremos estando capacitados, unilateralmente si es necesario, para realizar operaciones antiterroristas en Yemen", dijo el portavoz.
Según indicaron fuentes diplomáticas en Yemen, Estados Unidos ha cerrado su embajada en Saná, aunque, hasta el momento, no hay confirmación oficial del Departamento de Estado.
Kirby reconoció que, debido a la inestabilidad política en el país, "nuestras capacidades en contraterrorismo se han visto afectadas", pero aseguró que Estados Unidos tiene aún fuerzas especiales en el país árabe y mantiene el contacto con las fuerzas de seguridad yemeníes.
El portavoz afirmó que EU conoce las relaciones entre los rebeldes hutíes y el régimen iraní, y le preocupan "los tentáculos de Irán a lo largo de toda la región, especialmente aquellos que apoyan grupos que no contribuyen a la estabilidad regional".
Estados Unidos ha mantenido una importante presencia militar en Yemen y ha realizado un gran número de operaciones con drones contra Al Qaeda en la Península Arábiga, que no obstante han sido muy criticados por la muerte de víctimas civiles.
Además, el Gobierno aliado de Yemen se había convertido en uno de los más importantes receptores de ayuda militar de Washington y una base de operaciones estratégica en la lucha contra el terrorismo en Oriente Medio y África Oriental.