Diálogo. Ángela Merkel y Obama en rueda de prensa. (AP)
El presidente de EU, Barack Obama, pidió ayer a Alemania "no asumir siempre lo peor" y conceder a su Gobierno "el beneficio de la duda" en lo relativo al espionaje de sus agencias de inteligencia, mientras que la canciller alemana, Ángela Merkel, se mostró menos crítica al respecto que en el pasado.
En una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca, los dos líderes hablaron sobre las tensiones latentes en la relación bilateral por las revelaciones en 2013 del exanalista Edward Snowden sobre el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de EU (NSA), que presuntamente afectó a las conversaciones personales de Merkel. "No hay duda de que las revelaciones de Snowden dañaron las impresiones que tienen los alemanes respecto al Gobierno de EU y nuestra cooperación de inteligencia", reconoció Obama tras reunirse con Merkel. "(Pero) me gustaría que el pueblo alemán nos conceda el beneficio de la duda, dada nuestra historia; (y) en lugar de asumir lo peor, aceptar que hemos sido constantemente sus aliados sólidos y que compartimos una serie de valores comunes", añadió el mandatario.