Miseria. Una mujer refugiada siria lava la ropa de su familia en el campo de refugiados.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sugirió ayer conformar una coalición militar internacional para detener el "asalto masivo" que extremistas llevan a cabo contra los civiles del campo de refugiados palestinos de Yarmouk, en Siria.
En un encuentro con la prensa en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban llamó a todos los Estados miembros de este organismo con influencia en los gobiernos y partes en conflicto en Siria a que "tomen todas las medidas necesarias para mandar un claro mensaje: los civiles deben ser protegidos".
Ban se negó a pedir de manera explícita una intervención militar, y reiteró en numerosas ocasiones que la única manera de resolver las causas de raíz del conflicto en Siria y del fortalecimiento del grupo extremista Estado Islámico (EI) es el diálogo. "No estoy aquí para discutir estrategias militares, ya sean quirúrgicas o de la manera que sean. (Pero) a veces, quizá, eso sea necesario", señaló.
"Es por eso que pido a países que tengan la capacidad y los medios y la influencia para derrotar al EI o Daesh (siglas del EI en árabe)" para que se unan en la protección de civiles de Yarmouk, subrayó.
Ban describió a Yarmouk como "el más profundo círculo del infierno", y que tras dos años de haber sido sitiado por extremistas, tal refugio es "un horror" que cada vez se parece más a "un campo de la muerte".
El titular de la ONU denunció que unos 18 mil refugiados palestinos de Yarmouk han sido tomados como rehenes por parte del EI y otros grupos extremistas, incluidos unos tres mil 500 niños, que "han sido convertido en escudos humanos"
