Combates. Señalan autoridades de la ONU que están realmente preocupados por los civiles atrapados en la zona de guerra. (EFE)
- El embajador de Ucrania ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Yurii Klymenko, urgió ayer a las fuerzas prorrusas a respetar el alto al fuego acordado en Minsk e implementarlo en su totalidad.
"Nuestra preocupación más grande es cómo se realizarán los acuerdos logrados en Minsk la semana pasada, es muy importante lograr la realización completa de dichos acuerdos", dijo Klymenko . El embajador ucraniano acusó a las fuerzas separatistas prorrusas de no respetar el alto al fuego en su totalidad, y de haber continuado sus ataques en los que diez militares perdieron la vida y otros 34 resultaron heridos.
Además, acusó a Rusia de haber violado los protocolos internacionales de ayuda humanitaria con la entrada a territorio ucraniano de 166 camiones, de los cuales al menos 40 transportaban combustible para abastecer los tanques de las fuerzas rebeldes. Klymenko recordó que "no es la primera vez que Rusia viola los estándares internacionales".
Por su parte, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH) expresó alarma por los informes de persistentes bombardeos en Debáltsevo, aunque hasta ahora falte información fiable sobre combates o víctimas en la zona.
"Estamos particularmente preocupados por los civiles atrapados en la zona, que creemos puede haber algunos miles escondidos en bodegas, luchando por conseguir comida, agua y otras necesidades básicas. No está claro cuántos civiles todavía están allí", dijo en rueda de prensa el portavoz del ACNUDH, Rupert Colville.
Según el ACNUDH, los días anteriores al cese al fuego que comenzó en la medianoche del sábado pasado estuvieron marcados por intensas hostilidades, con numerosas bajas militares y civiles.