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PIÉNSALE, PIÉNSALE

"UNA NUEVA JUVENTUD PARA UNA NUEVA ÉPOCA"

ARTURO MACÍAS PEDROZA

El papel de la juventud como constructora de futuro, toma en esta coyuntura histórica una importancia mayor que en otras épocas. Los cambios históricos de los que estamos siendo testigos en nuestro mundo en nuestro país y en nuestra región y de los que debemos también ser protagonistas, forman parte de una época totalmente nueva. Esto quiere decir que las estructuras caducas que daban sostén a la cultura anterior, no pueden simplemente ser disfrazadas de modernidad; necesitan ser dejadas atrás y construir nuevas. Son los jóvenes que están viviendo las gigantescas transformaciones de su historia, los encargados de recoger lo mejor del ser humano a través de las diversas épocas de su humanización y recrear con ellos los nuevos elementos formadores de humanidad.

Educación, religión, lenguaje, comunicaciones, economía, política, sociedad… son como las máquinas de una fábrica llamada "nueva época", de la cual saldrán como "producto final" la nueva humanidad. Estas transformaciones culturales se hacen cada trescientos o cuatrocientos años y pueden resultar mejores o peores, según la capacidad que se tenga para construirlas. Es el joven el que se salvará o perecerá, según como él mismo construya esa sociedad.

Un análisis antropológico e histórico se impone para poder construir adecuadamente las estructuras necesarias. Hay signos de esperanza, pero hay también estructuras que están produciendo muerte y destrucción, muchas de ellas creadas por quienes se resisten al cambio por no convenir a sus intereses, o por concepciones erróneas a nivel antropológico. Este fenómeno mundial toma en México sus características propias: Los cambios estructurales, que han dejado mucho que desear en su expresión o en su aplicación, y las próximas elecciones de diputados darán el marco legal a las nuevas estructuras. A nivel regional la construcción de nuevas estructuras políticas, sociales, económicas y religiosas, se ha convertido en una exigencia inaplazable y en una posibilidad real. La destrucción de estructuras es ya visible y palpable en la imagen urbana de Gómez y Lerdo. El despertar eclesial es también un factor importante a causa de la implementación del Plan diocesano que hace un análisis adecuado de la realidad y pretende incidir (y ya lo está haciendo) en las diversas áreas sociales. La llegada de un nuevo obispo puede ser el catalizador que acelere tales transformaciones, impulsado por las iniciativas y propuestas del Papa Francisco que es el primero en criticar estructuras y promover cambios. Los jóvenes laguneros serán importantes en esta transformación por su número, su formación (hay una gran población estudiantil), su exigencia de espacios de influencia, su descontento ante la falta de oportunidades de trabajo, la deficiencia en educación, la incomodidad en varias áreas y servicios (como el transporte, la seguridad, la urbanización, etc.). Están surgiendo y organizándose grupos y asociaciones de carácter juvenil ricos en creatividad e iniciativas. Algo que es importante es la opción recién tomada por los obispos mexicanos de darle especial atención, no sólo a los grupos juveniles, sino a toda la juventud y a su problemática, y la decisión de hacerlos no sólo sujetos de acción, sino actores principales de su propia renovación. "Sentimos la urgente necesidad de responder a la realidad de los jóvenes por la importancia que tienen en nuestro país y en nuestra Iglesia y nos descubrimos responsables de dirigirla y orientarla". (Los jóvenes destinatarios y protagonistas prioritarios de la Nueva Evangelización en el contexto post-moderno. No. 14, abril 2015).

Si las reformas dejan mucho que desear, es porque una renovación en profundidad no sería conveniente para un sistema que vive precisamente de la falta de sentido crítico y de la ignorancia. La construcción un nuevo mundo tendrá que vencer grandes obstáculos, sobre todo de estructuras que, aunque caducas, se niegan a renovarse. ¿Bastarán sólo tres meses de campaña para que olviden los males cometidos durante mucho tiempo? La memoria se descubre entonces como un elemento que necesita la sociedad para poder corregir y mejorar. No se trata de construir de la nada. La experiencia, el acompañamiento y el análisis de personas con experiencia que sean capaces de comprometerse con la juventud servirá mucho para acompañar los procesos de transformación y formación personales y comunitarios.

Si la cultura es la manera que tiene una sociedad de construir un tipo de hombre, usando para ello todos los elementos con los que cuenta (sistemas económicos, educativos, leyes, costumbres, religión,…), será entonces muy diferente el tipo de hombre que surgirá cuando todas estas estructuras hayan sido totalmente transformadas. ¿Qué es lo que le corresponde hacer al joven de hoy? El mundo ha cambiado de tal modo, que no le queda, sino rediseñar una manera nueva de compartir, nuevas instituciones, nuevas maneras de ser y de conocer. No es que la esencia del hombre haya cambiado; pero ha quedado tan desprovista de estructuras de expresión de humanidad, que tendrá que reconstruir nuevas.

Sin darnos cuenta un nuevo humano está naciendo. Él o ella ya no tienen el mismo cuerpo y la misma esperanza de vida, ni se comunica ya de la misma manera, ni vive el mismo mundo, ni la misma naturaleza, ni el mismo espacio. Conoce de otra manera, vive de otra manera, muere de otra manera. No tiene "vestido de época" para el baile de la vida, pero tiene la capacidad de revestirse de gala, de inventar relaciones menos destructivas, de buscar y construir en base a la esencia de ser humano; no se construye a sí mismo de la nada, sino de lo más íntimo de sí mismo. Este "hacerse a sí mismo" adquiere hoy una importancia especial en la construcción del nuevo hombre de esta nueva época. La colaboración entre generaciones es una utopía fundamental para poner en obra la nueva humanidad.

La transmisión del saber, no como conocimiento, sino como sabiduría, gracias a los medios, es más distribuida y accesible y no podrá ser detenida por quienes lucran con la ignorancia; las aulas se han abierto más allá de las escuelas. Todo está por inventar y me alegro de poder acompañar a la creación del nuevo hombre que será maravilloso, porque siempre lo ha sido. Asistamos y apoyemos amorosamente este proceso de la juventud.

piensalepiensale@hotmail.com

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