Una persona encontró por casualidad a un amigo en un restaurante local, y al invitarlo a su mesa y preguntarle que si estaba esperando a su esposa, le dijo en tono juguetón que "andaba de travieso" minimizando así una relación de infidelidad. Como era un amigo de verdad, aquello se convirtió en una reflexión sobre la gravedad de la acción y los riesgos en juego haciendo ver que aquello era mucho más que una "travesura".
Los eufemismos son palabras o frases que son usadas en lugar de otras que pueden ser fuertes o desagradables (Webster), son palabras favorables para endulzar una expresión demasiado cruel o chocante. (Larousse). El relativismo imperante quiere con esto engañar al intelecto que tiene un anhelo insaciable de verdad (Cicerón) de la cual no puede prescindir. Todo valor moral tiene su fundamento en la verdad porque el bien no puede existir, sino como manifestación y esplendor de lo verdadero. Fuera de la verdad, el intelecto quedaría oscurecido, y el hombre traicionado en una de sus exigencias fundamentales, acaba por buscar el error y preferir el mal al bien. Entre los hombres no puede existir vida social y comunitaria, sino en la verdad, pero la humanidad ha desencadenando hoy una terrible conjura contra la verdad en todos los estratos de la vida social: Sólo armándose de valor para llamarle al pan, pan y al vino, vino, podremos ser en verdad libres. El ¨Papa Juan XXIII comprendía así las exigencias ante la verdad: Pensar, honrar, decir y hacer la verdad (Radiomensaje 22-12-1960).
La falta a la verdad no es algo sin importancia: Piénsese, por ejemplo, en llamar "interrupción del embarazo" al aborto y "producto" al no-nato; a nivel social la falta de verdad está causando estragos en la sociedad al limitarse, manipularse o tergiversarse la opinión. El alto índice de muertes y desapariciones en periodistas, además de la pretensión de influir en la opinión pública por medio de campañas maquiavélicamente orquestadas con la colusión de gobierno, grandes empresas y monopolios de la comunicación, sirviéndose de una técnica sugestiva perfecta, logra doblegar al gran público hacia determinadas ideas e instituciones.
Otro ejemplo de manipulación de la verdad: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que: "La Ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que la finalidad del matrimonio es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional". Esta jurisprudencia, avalada sólo por 4 ministros, deberá ser acatada por todos los jueces del país, no obstante, estar contra razones científicas, sociales y religiosas (que la familia, célula de la sociedad, se funda en el matrimonio de un hombre con una mujer, que por su capacidad procreativa garantizan la supervivencia de la sociedad). De ahí que, por ser de eminente interés social, el derecho civil debería conferir a la familia un reconocimiento institucional, y el Estado debería promover y tutelarla para el bien común. Pero hace lo contrario, contra una tradición jurídica bimilenaria de Occidente, recogida y profundizada a lo largo de nuestra historia por legisladores y juzgadores de diversas corrientes de pensamiento e ideologías, la cual se ve reflejada en la mayoría de los actuales Códigos Civiles o Familiares de los Estados de la República.
Otra palabra manipulada es la discriminación: Todos los seres humanos, por el hecho de serlo, tenemos dignidad y derechos. Y dado que toda persona es idéntica a sí misma y diferente a las demás, han de derivarse tratos variados según esas diferencias. La discriminación es una distinción injustificada, que en el caso del matrimonio este caso no se da, ya que el matrimonio siempre ha sido entre personas de diferente sexo, hombre y mujer. No corresponde al Estado crear nuevas formas de matrimonio, porque ya no sería matrimonio, sino otro tipo de unión. Si bien es bueno que nadie deba ser objeto de discriminación, tal como lo consigna el artículo primero constitucional, esto no significa que deba modificarse la esencia del matrimonio, ni que se olvide el espíritu del Constituyente que en el artículo cuarto, primer párrafo de la propia Ley Fundamental reconoce la igualdad del varón y la mujer y establece el deber legal de proteger el desarrollo y organización de la familia.
El 29 de julio la transexual Diana Sánchez Barrios envió una carta al Cardenal Rivera en la que alaba las leyes del aborto y de las uniones homosexuales en el Distrito Federal -a las que considera como un "beneficio para la población-;En primer lugar -escribe el Cardenal Rivera- difiero con Usted que la aprobación de algunas leyes sean para el beneficio de la población, asesinar a un niño en el vientre de su madre de ninguna manera es un bien para la mujer que experimenta este drama, ni mucho menos para el niño que se le priva del primero de todos los derechos que es el de la vida". Muchas veces bajo el eufemismo de "progreso" defendemos verdaderos retrocesos de la humanidad y con la palabra "amor" se quieren justificar las peores canalladas.
Solamente realizando la verdad en nuestra vida, en los pensamientos, palabras y obras, podremos escapar de las tinieblas del error. Los eufemismos como: "Una canita al aire", una "ayudita" para que camine el trámite, "mañana te pago, un "ratito" y demás expresiones irónicas, sarcásticas y cínicas que faltan a la verdad, nos hacen perder poco a poco la lucidez y limpidez de la conciencia, haciéndose insensible a los valores más altos de honradez y llegamos a engañarnos nosotros mismos. Son también destructivas las medias verdades y lo que se calla cuando debería decirse. La publicidad engañosa tiene aquí también mucha responsabilidad. Finalmente en la política debemos estar atentos y desenmascarar el discurso demagógico, las promesas incumplidas, los informes amañados y la manipulación de la verdad.
La mentira deshonra al hombre y defrauda al prójimo.
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