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PIÉNSALE, PIÉNSALE

PARTIDOCRACIA

ARTURO MACÍAS PEDROZA

Los partidos mandan en las leyes, en el presupuesto y en la impartición de justicia. La sonada "austeridad" es sólo para las mulas de mi compadre: salud, educación e impartición de justicia. ¿Por qué son las menos necesarias? En cuanto al dinero de los mexicanos, el gasto corriente, los sueldos de los políticos y el dinero para los partidos se manejan con criterios de países ricos. En estos últimos días han salido a la luz nuevamente datos sobre lo que se reparten los partidos: Desde 1997 ha crecido 211 millones de pesos lo que el presupuesto destina a la "democracia".

Se redujo en 2013 el tiempo de campañas, pero no el presupuesto, además lo que gastaban en los medios de comunicación, que era entre el 60 y 90 % de su presupuesto, ahora es gratuito, gracias a las legislaciones de los mismos partidos que ahora utilizan los tiempos oficiales; en el 2014 aumentó la ayuda a partidos por parte de los estados, además de otras prerrogativas. Incluyendo lo destinado al INE gastamos 20 millones de pesos al día en "democracia". 18 veces más que los demás países de la región. Simplemente la más cara del mundo.

¡Qué bien gastado estaría si en verdad se utilizara en promoción de la democracia; si los resultados fueran realmente mayor participación política y social, que es una de las grandes deficiencias de nuestro pueblo. ¿Y por qué no? De hecho la articulación de los partidos es esencial en un régimen democrático en las que el pluralismo de los grupos, es considerado esencial por todos los teóricos para conseguir los fines de una auténtica democracia. El triunfo de un candidato autónomo en Monterrey fue la llamada de los ciudadanos a purificar el sistema partidista. Esperemos que con la misma rapidez con que los congresos locales están poniendo candados a las candidaturas, también estén, tratando de reorientar los partidos para retomar su noble vocación original.

Se trata de que con los partidos, las diferencias de opinión dejan de arreglarse con violencia. Con un pluralismo no exasperado ni perturbador, ni demasiado frágil ante la gravedad e intensidad de las diferencias. El partidismo es una buena manera de participación en una democracia que respeta la dignidad de la persona humana, su libertad y su destino trascendente; es parte de un estilo de vida de un pueblo maduro y responsable. Los acontecimientos de violencia, de injusticia y de corrupción deben despertar a los mexicanos en un "Grito de Dolores" que nuevamente lance a luchar con las herramientas de la paz y la democracia por mejorar las condiciones para la población. Desde esta perspectiva, la celebración de las fiestas de independencia son más que necesarias para que despierte de su somnolencia el amor auténtico a la Patria y nos pongan en una nueva actitud frente al Estado, los gobernantes y los partidos. Una actitud crítica, interrogativa y desafiante. Ya no se puede admitir el monopolio dictatorial, incontrolable e intangible de los partidos. Entrando en ellos podemos reclamar y reconstruir un sistema de gobierno que sea más compatible con la dignidad y la libertad de los ciudadanos. Los partidos nos necesitan para humanizarse. El Estado democrático no debe basarse en una aglomeración amorfa de individuos, sino en la unidad orgánica y organizada y organizadora de un verdadero pueblo. Pueblo y masa no son lo mismo. El ciudadano debe ser libre y responsable y los partidos son una herramienta privilegiada para ello.

La institución electoral en todos sus niveles tiene actividades democratizadoras. El presupuesto del INE ampliado en miles de millones, no tiene por qué ser desperdiciado, pues en su plan de acción cuenta con recursos materiales y humanos y con sorprendentes programas y actividades democratizadoras a nivel educativo, de participación social, de formación política y de promoción de la paz a todos los niveles. Debemos aprovechar esos recursos con la Iniciativa Privada, las ONG→ s o partidos políticos.

La intervención de buenos ciudadanos en los partidos llevará a evitar la búsqueda del poder y control de la cosa pública independientemente del bien común, se evitará el bloqueo que impide la relación normal entre partidos en el gobierno y partidos de oposición. El alejamiento del pueblo que se critica a la partidocracia, podrá ser vencido si es el pueblo mismo quien participa en los partidos. Dejará de ser la máquina, dentro de la cual no es posible rotación alguna; será fermento de ideales. La tiranía de las minorías dejará de imponer sus ideas a las mayorías, pues éstas dejarán de ser pasivas, los partidos de fuerte ideología en medio de peligrosos cambios no pondrán en riesgo la sociedad con acciones y leyes involutivas; se promoverá el verdadero progreso. El pluralismo legítimo tendrá límites éticos.

El ciudadano que quiere vivir su opción política como servicio a la vida, a la sociedad y a los débiles, no puede adherirse, sin contradecirse a sí mismo, a sistemas ideológicos que se oponen, radicalmente o en puntos sustanciales, a sus convicciones personales y su concepción del hombre; podrá erradicar ideologías totalitarias con sabio discernimiento considerando la situación concreta e histórica; incluso podrá colaborar con otros partidos en objetivos comunes, respetando las opiniones y comprometiéndose en conciencia y con responsabilidad.

El participar en la política ayudará al ciudadano a recuperar su identidad y proyectarse cultural, programática y organizativamente en un objetivo común. Contra el dualismo fe-vida que inevitablemente tiende a devaluar uno u otro aspecto, el compromiso político es parte de una opción integral e integradora. La construcción de un nuevo sistema económico a medida del hombre y de una sociedad, cuyo verdadero sujeto contiene un fuerte llamado a los valores morales y su recta jerarquización y a la acción partidistas alejada de fanatismos, con una clara visión de la libertad que se articula en el pluralismo y en la participación popular.

Los partidos son instrumentos. Depende de nosotros que sean útiles para construir el México justo y pacífico que deseamos.

piensalepiensale@hotmail.com

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