La próxima semana se inicia en París la conferencia sobre el clima COP21. Los políticos allá y aquí y a todos los niveles, necesitan ver una presión fuerte por parte de la sociedad organizada y participativa...
... para que sus decisiones dejen de ser al servicio de los que tienen los poderes económicos y sirvan en verdad al bien común.
En todo el mundo las manifestaciones populares se estan dejando sentir, y La Laguna no es exepción al unirse este día a la marcha mundial sobre el clima que en 150 países realiza más de dos mil marchas. Esta manifestación nuncan antes realizada moviliza millones de personas que han descubierto que el calentamiento global es la punta del iceberg de una problemática global que está teniendo consecuencias palpables que requiere actuaciones a todos los niveles: personal y comunitario; mundial, nacional, regional y local; Gobierno federal, estatal y municipal; sociedad y Estado; religioso, moral y científico.
Una de las consecuencias de este calentamiento global son los cambios en los ciclos de las lluvias: Mas intensas en unas partes y más escasas en otras. Grandes precipitaciones en períodos cortos y largas sequías. Las regiones más afectadas en el mundo serán las zonas desérticas y la región Lagunera, es una de ellas. Se agrava la situación por la carencia creciente de agua, la dependencia que tenemos de las lluvias, la transformación del ambiente a causa de la construcción de presas y el agotamiento de los mantos acuíferos.
A nivel de administración pública hemos carecido de decisiones políticamente correctas para mantener la sustentabilidad de la región debido a la lejanía del centro del país, a la falta de participación política, a la falta de alternancia, al control y manipulación social, al descuido y explotación por parte de las capitales de los estados de Coahuila y Durango.
La división de la región en dos entidades federativas y varios municipios, la falta de proyectos comunes a largo plazo, la ineficiencia y falta de coordinación de las autoridades (cuando no división), no sólo no promueve, sino que incluso impide proyectos regionales comunes y obras metropolitanas necesarias a todos los niveles. Las acciones a favor del clima deben ir más allá de intereses de empresas, de partidos o de particulares.
Las ya próximas contiendas electorales en la región deben encontrar una ciudadanía exigente y que cuestione sobre estos temas a los próximos aspirantes a puestos gubernamentales. Las promesas y la posibilidad de su cumplimiento en relación a estas cuestiones ha de ser un elemento importante a analizar en la toma de decisiones a favor de una u otra propuesta electoral.
Las diversas asociaciones en la región están cumpliendo esta función. La marcha de hoy convocada por Ruedas del Desierto y Encuentro Ciudadano Lagunero no son una aislada manifestación, ni mucho menos un paseo inocuo para agarrar solecito; es más bien una llamada a acciones concretas y un reclamo a la implementación de políticas públicas adecuadas; son votos y voluntades a favor de quien apoye esas iniciativas y presión y protesta efectiva en contra de quien las ignora. (Rodada a las 10 de la mañana saliendo de la Torre Eiffel de Gómez y plantón en la Plaza Mayor en Torreón a las 11:30).
La globalización de esta problemática está exigiendo también la participación de todos en todas partes; "o cabresteas o te ahorcas". No podemos dejar la solución de esta problemática a quienes a nivel mundial o regional está sacando provecho de ella. Es por eso que también a todos los niveles es urgente una acción coordinada, eficiente y ello requiere voluntad y preparación. La cumbre sobre cambio climático en París requiere presión Lagunera, pues somos nosotros de los primeros afectados.
Lo que está en juego no es sólo la siembra y el cuidado de un árbol, sino todo un cambio de sistema politico-económico-social. La íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta responde a una estructura y mentalidad generalizada que es insostenible. Si no lo hacemos la destrucción es inminente. Todo el mundo está conectado y la pobreza, desempleo, deficiencias en el transporte y salarios bajos son parte de una mentalidad consumista y explotadora del planeta y de la gente. Esto es una invitación a entender de manera diversa la economía y el progreso, el valor propio de cada creatura, el sentido humano de la ecología. Para ello se requieren propuestas y diálogos sinceros y honestos. Se trata ni más ni menos que de un nuevo estilo de vida que pide una nueva mentalidad.
Las acciones particulares son importantes, pero hay también una grave responsablididad por parte de la política internacional y local. Todos estamos metidos en el mismo barco. La amorosa conciencia de estar conectados con todo el mundo y con todas las creaturas formando una preciosa comunión universal, crea las condiciones espirituales para desarrollar creativamente iniciativas y políticas que no onfrenten a los hombres en categorías: pobres contra ricos, Estado contra pueblo, gobierno contra sociedad. La urgente necesidad de tomar medidas en La Laguna y en todas partes requiere coordinación mas que enfrentamientos. Si lo que se está pidiendo es un cambio total, los laguneros que queremos un mundo mejor debemos insertarnos a esta fuerza generalizada y renovadora de la humanidad que tanto lo necesita.
En el seno de la sociedad germinan muchas asociaciones que trabajan por el bien común para proteger, limpiar, mejorar o embellecer algo que es de todos, crea vínculos y supera el consumismo egoísta y la indiferencia del que sufre formando identidad lagunera y solidaridad entre laguneros.
Ante la magnitud de la obra no puede faltar la esperanza que mantenga los esfuerzos. La fuerza de un Dios y una fe en una plenitud que puede crear signos de su presencia entre nosotros ya desde ahora.
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