Accidente. A unos cuatro metros de las vías del tren, fue encontrado el cadáver de Carlos. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Un hombre que padecía de sus facultades mentales murió al ser atropellado por el tren la madrugada del lunes en el poblado de Villa Nazareno, del municipio de Lerdo, pero hasta el amanecer fue descubierto por un vecino del mismo poblado.
La Vicefiscalía de la Región Laguna Durango informa que alrededor de las siete de la mañana, un habitante del citado poblado que pasaba cerca de las vías ferroviarias, descubrió que a un lado se encontraba el cuerpo inerte de un hombre y al acercarse, se percató que estaba muerto, por lo cual dio aviso a las autoridades de esa comunidad rural.
Al filo de las 7:40 horas se recibió el reporte en la comandancia regional de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), sobre el occiso y poco después se trasladó al lugar indicado, personal de esa corporación y peritos de la Fiscalía General del Estado, al mando del agente investigador del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Integridad Corporal, con la finalidad de dar fe de lo sucedido.
El representante social encontró a un lado de las vías ferroviarias, el cadáver de quien fue identificado por sus familiares como Carlos Hernández Reyes, de 46 años de edad y con domicilio en dicho poblado. Se dijo que al pasar el tren, Carlos fue lanzado hacia un lado, al recibir un fuerte golpe.
De acuerdo a los familiares, Carlos padecía de sus facultades mentales y la última vez que lo vieron fue en la noche del domingo que salió de la casa, pero ya no regresó y hasta la mañana del lunes les fueron avisar sobre lo sucedido.
Tras realizar los trabajos de campo por parte de los peritos de la Fiscalía, el agente del Ministerio Público dispuso que se procediera al traslado del cadáver a las instalaciones del Semefo, donde se dijo que la causa de la muerte fue traumatismo craneoencefálico severo.
Arrollado
Caminaba cerca de las vías cuando pasaba el tren.
⇒ Los hechos ocurren en la madrugada.
⇒ Descubren el cuerpo hasta el amanecer de ayer.
⇒ Padecía de sus facultades mentales.
