Camille Muffat fue oro olímpico en Londres 2012 en los 400 metros libre, plata en los 200 metros libre y bronce en relevo 4 por 200 libre. (EFE)
A sus 25 años, Camille Muffat había amasado ya un palmarés impresionante, tres medallas olímpicas, cuatro bronces mundiales, oro en piscina corta y todos los títulos posibles en Francia. Suficiente para que cuando anunció el pasado verano que abandonaba la competición provocara una estupefacción general.
"Quiero disfrutar de la vida", afirmó entonces la atípica deportista.
En su agenda, aseguran sus allegados, figuraban muchos proyectos, como saltar en paracaídas o viajar a los cinco rincones del planeta. Y también participar en un concurso de "telerrealidad" donde un accidente de helicóptero en Argentina truncó su vida.
Fuera del agua, Muffat era la antítesis de Laure Manaudou, la referencia de la natación francesa de los últimos años. Menos mediática, tímida, introvertida, apenas aparecía en la televisión, a diferencia de Manaudou.
Pero en la piscina su palmarés era muy similar. De hecho, el nombre de Muffat saltó a la palestra cuando en 2005, con 15 años, batió a una Manaudou en la plenitud de su carrera.
Fue el inicio de un rosario de éxitos coronados con el oro olímpico en Londres 2012 en los 400 metros libre, acompañado de la plata en los 200 metros libre y el bronce en el relevo 4 por 200 libre.