Miedos. Las universidades públicas tienen ante sí un enorme reto.
La única manera de luchar contra el aplastante aumento del pasivo del sistema de pensiones de las universidades públicas es aumentar la edad para jubilarse, así como las aportaciones de trabajador y de la escuela, consideró el presidente de la Comisión de Educación del Senado, Juan Carlos Romero Hicks.
"El pasivo acumulado por el sistema de pensiones desde instituciones públicas es igual o superior al IPAB", dijo en referencia a lo que todavía se paga por el rescate que se hizo de la banca mexicana en el Fobaproa.
Romero Hicks recordó que entre 1991 y 1999, como rector de la Universidad de Guanajuato, se enfrentó al problema de cerca, pues había 90 jubilados cuando entró y al salir habían aumentado a 350.
"Son una bomba de tiempo", dijo el panista vía telefónica.
En la gravedad del problema confluyen tanto el aumento en la esperanza de vida de los mexicanos como el diseño de los contratos colectivos que estipulan que un trabajador se retire conservando todos los beneficios de uno de nuevo ingreso.
En 13 años, el Gobierno federal ha inyectado 12 mil millones de pesos a los sistemas de pensiones de universidades públicas estatales, sin que sus pasivos disminuyan.
"Creo que el gobierno no puede seguir dando y dando dinero, debe haber una decisión política para solucionarlo", sostuvo por su parte Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, secretario de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
En su opinión, algunos sindicatos y agrupaciones de trabajadores que consiguieron grandes prestaciones en los 70 y 80 se han convertido en una casta privilegiada de burócratas, incluso entre las propias universidades.
"El camino que veo es un decisión política como se acaba de tomar en el caso de la educación básica de Oaxaca, creo que así también se debe de enfrentar el tema", dijo.
El gobierno federal no debe continuar asignando presupuestos millonarios sin que los gobiernos estatales no aporten recursos también igual que las propias universidades y sin que los trabajadores renuncien a sus privilegios, añadió el diputado.
Para la perredista Araceli Damián, presidenta de la Comisión de Seguridad Social en San Lázaro, el problema de las pensiones es general en el país, pero se agrava sobre todo en las públicas, pues los salarios son muy bajos y los fondos de pensiones son muy recientes.
"Yo creo que estamos ante un problema muy serio y no hay una solución fácil. Hay que mejorar la capitalización de esos fondos y se tienen que aumentar", dijo.
