Ezekiel Elliott, de Ohio State, contra Alabama en el Sugar Bowl. Playoff universitario supera expectativa
A mediados del primer playoff del futbol americano universitario una pregunta sale a relucir.
¿Por qué pasó tanto tiempo antes de que se tomara esta opción?
Los dos partidos de semifinales generaron marcas de audiencia por televisión, llenaron estadios, provocaron abundantes conversaciones en las redes sociales y derivaron en algo de polémica. No hay razón para pensar que el encuentro entre Oregon y Ohio State no será el final emocionante de una temporada memorable cuando se decida el título el 12 de enero en Arlington, Texas.
Así que en un deporte que se mueve a un ritmo extremadamente lento hay que presionar para que haya cambios. Se debe ampliar a ocho escuadras. Sería mejor con 16 aunque eso requeriría cambios más radicales de los que cualquiera está dispuesto a aceptar en este momento.
Hasta entonces, el sistema de cuatro equipos no está tan mal.
Oregon apabulló al campeón defensor Florida State 59-20 en el Rose Bowl, cortando la racha de 29 triunfos en fila de los Seminoles. Ohio State venció al primer preclasificado Alabama por 42-35 en un emocionante Sugar Bowl y disputará el título bajo la guía de un quarterback (Cardale Jones) que en agosto era suplente del suplente.
"Podrán ver a los dos mejores equipos enfrentándose", dijo el linebacker de Ohio State Darron Lee. "Estoy contento de que el sistema de playoffs se encuentre intacto".
Nosotros también.
Con disculpas a TCU y Baylor, que compartieron el título del Big 12, y podrían tener razones para reclamar su participación en los playoffs, hay pocas dudas de que el nuevo sistema funciona mejor de lo que sus principales promotores predijeron.
-Los índices de audiencia en televisión fueron enormes. ESPN informó que las semifinales registraron los mayores niveles de audiencia en la historia de la televisión por cable. El Sugar Bowl promedió 28 millones 271,000 televidentes mientras el Rose Bowl, menos disputado, no estuvo lejos, con 28 millones 164,000. El partido por el campeonato tendrá números mayores.
-El Rose Bowl atrajo a una multitud de 91,000 personas aunque Florida State tuvo problemas para vender los boletos que se le asignaron ya que el año pasado también jugó en Pasadena. Muchos seguidores de los Seminoles estaban ahorrando para un partido de campeonato que no se hizo realidad. El Sugar Bowl tuvo su mayor asistencia en ocho años (74,682) y hubo una atmósfera electrizante en la que parecía haber el mismo número de seguidores de ambas escuadras.
Hay asuntos de deben afinarse pero lo mejor es que ya tuvimos un playoff. Dos equipos siguieron su camino hacia el partido por el título en lugar de asignarle esa tarea a un complicado sistema de clasificación.
Bajo los criterios de las series de campeonato (BCS) la campaña de Ohio State estaría terminada. En lugar de eso los Buckeyes tienen una oportunidad de coronarse.
"Es bueno para el futbol americano universitario", dijo el entrenador de Ohio State Urban Meyer. "Somos parte de la historia".